DOS AÑOS Y MEDIO DESPUÉS…
—Me alegro de que estés bien —habla Noa por una videollamada con Marlon.
—¿Cómo está Juno?
—En negación —se ríe Noa —Está seguro que su hija le está robando a su esposo.
La burla de Marlon traspasa la pantalla.
—Regresaré para la fiesta de presentación —le aclara Marlon —Felicita a mi hermanito por su próximo embarazo.
—De acuerdo.
El tiempo pasa rápido, ahora tenía una hermosa sobrina (Omega) y Juno estaba esperando su próximo bebé.
Aunque muchas personas cuestionaban la idea de que el menor ya estuviera por concebir su segundo hijo y que Noa aún no le diera un heredero a la familia Marfort, Logan y Noa no se preocupaban por esas cosas.
Había un poco de incertidumbre, no estaba tomando anticonceptivos y tenía una vida s****l activa ¿Tal vez había algo mal con él? Espabila sacando esos pensamientos de su mente.
—Aquí estás —entra Logan acomodando su corbata —No estás listo —lo mira de arriba a abajo —¿Por qué?
—No tengo ganas de salir —responde algo afligido —Me duelen los pies.
—¿Pies? —cuestiona Logan, se inclina ante Noa, abraza sus piernas alzándolo —Bien, vamos a la cama, llamaré un doctor.
—No —protesta, —La última vez no salió bien eso.
La última vez que Noa enfermó, el médico visitó la mansión Marfort y los rumores de un embarazo estalló en la sociedad. Ver el rostro de decepción de los demás al desmentir el rumor lo hizo sentir muy mal.
—De nuevo con eso —se molesta Logan —Aquí solo importas tú, déjalos hablar.
Noa acepta que su salud está algo frágil, Pero realmente no desea llamar al médico.
—De acuerdo —se rinde Logan —Yo seré tu médico.
Se despoja de la corbata y ayuda a Noa a recostarse en la cama.
—¿Le dijiste a tus hermanos?
Noa no contesta, cosa que enfurece a Logan. Cada vez que alguno de los Clerefth enferma, Noa es el primero en estar presente, pero cada vez que es lo contrario su esposo siempre está solo.
No culpa a los Clerefth, sabe perfectamente que tomarían horas de vuelos para visitar a Noa, el problema era su terco y testarudo esposo que se negaba a contarles.
Por la mañana, Logan decide llamar al médico. Noa tiene fiebre alta y no quiere comer.
—Noa —lo llaman en un susurro —¿Cómo te sientes?
Parpadea viendo a Juno en el borde de su cama, tiene el rostro contraído de la preocupación.
—¿Cómo pudiste no decirme que estás enfermo?
—Estoy bien —se levanta recostándose del respaldo de la cama —Logan cuido de mí —se quita el paño húmedo de la frente.
Noa rasca sus pupilas las siente pesadas.
—Dios mío, cada mes crece más.
Soba la barriga de Juno.
—¿Dónde está Aria? —pregunta por su sobrina.
—Aixhad está con ella.
Le duele el cuerpo y siente que vomitara lo poco que ceno la noche anterior.
—¿Tan mal estoy? —cuestiona —Si muero le dejo todo a mis sobrinos.
—Déjate de juegos —se molesta Juno.
Su enojo desaparece en segundos. La comisura de sus labios se amplían —No creo que puedas dejar esa herencia —advierte —Es mejor que la guardes.
Noa no entiende la referencia. Se obliga a comer una sopa ligera que le llena el estómago.
—No he visto a Logan desde que me levanté ¿Dónde está? —pregunta —Ya fue a ver al padre para mi entierro.
Su humor n***o no es bueno.
—Solo es un resfriado.
—La gente muere de un resfriado y yo siento que me estoy muriendo.
Juno niega con la cabeza.
—Disculpen —se abren las puertas dándole lugar al doctor —Traje su medicamento.
Juno se levanta a tomarlas por Noa.
—Debe tomarlas cada dos horas, ya que es una dosis muy pequeña a ingerir.
¿Dos horas?
—Pensé que los medicamentos se toman cada diez horas.
—Su condición no le permite tomar una dosis exagera ¿Usted toma supresores o anticonceptivos?
Noa niega con la cabeza —Perfecto, durante la gestación es mejor que su alfa se encargue del desorden hormonal.
Su pecho se comprime y su aliento se escapa de su cuerpo —¿Gestación?
—¿No le ha contado todavía? —pregunta el doctor mirando a Juno, el cual sonríe viendo a su hermano con alegría.
El doctor suspira —Tiene aproximadamente Mes y medio de gestación, es un mes delicado y su salud está débil, debe descansar y tomar probióticos.
No está escuchando, perdió la audición y solo puede sentirse una punzada en su corazón ¿Es real? Él… Está embarazado.
El doctor termina de darle las indicaciones a Juno, ya que Noa parece estar en otro mundo.
—¡Señor, no puede pasar! —reclama el mayordomo detrás de la puerta.
—Apártese, mi hermano está adentro.
La puerta es empujada con apuro y un sonriente Marlon aparece con un ramo de flores en la mano.
—Dioses Noa —lo regaña con melancolía —Te ves horrible.
—Gracias —responde Noa fuera de sí.
Marlon mira a Juno y este le explica que todavía Noa no procesa la información.
—¿Rayan, no vendrá? —pregunta Juno.
—Está en camino…
No termina la frase antes de que el mayor de los Clerefth interrumpa en la habitación, no dice nada, mira a sus hermanos con un brillo en sus ojos.
Noa alza la mirada a sus hermanos y una lágrima le recorre la mejilla.
—No, no llores cariño —se abalanza Juno sobre él —Aquí estamos.
Marlon toma su mano derecha y Rayan la izquierda, nunca quisieron tocar el tema, ya que sabían que era un tema delicado para Noa. Pero sabían lo ansioso que estaba por tener un hijo.
Esta noticia era importante para él y como familia querían estar con él.
Logan se recuesta en el umbral de la habitación. Tiene un cofre de terciopelo en las manos.
Nota las lágrimas de su esposo y realmente entendía esas lágrimas. Cuando el médico le informó sobre el embarazo, su corazón se detuvo.
No por él, sino por Noa, sabría la felicidad que este sentiría al saberlo.
—Que sea alfa —pide Rayan —No quiero comprar esa escopeta que tengo pendiente desde años.
Todos se ríen y Noa limpia sus lágrimas, Pero vuelven a emerger cuando nota la figura de su alfa en el umbral.
Juno toma a Marlon y a Rayan —Hora de irnos —les pide, se regresa dónde Noa dando un beso en su frente —Felicidades.
Las puertas se cierran y Logan camina a pasos lentos.
Reluce la caja de terciopelo; la abre dejando ver la cadena de oro sólido con el logo de la familia Marfort.
—Es un regalo para nuestro hijo —la dicha no le cabe en las palabras —¿Crees que le guste?
—Pensé que traías un regalo para mí —se queja Noa.
—Yo soy tu regalo —se vanagloria y Noa empieza a entender las quejas de Juno.
—Por supuesto, ya pase a segundo plano.
—De que hablas —indaga Logan —Hay algo que pueda darte, algo que supere esta emoción en tu pecho.
Noa se aflige —Claro que no.
Logan toma sus manos cruzándolas por encima del hombro de Noa. Quedan recostados a un lado del otro.
—Gracias —espeta Logan y Noa puede escuchar el quiebre en su voz —Me haces feliz, más de lo que toda riqueza y poder podría hacerlo. Tú eres mi regalo de vida.
Las lágrimas lo invaden a montones que lo ahogan —Oh por dios, ahora tendré a dos niños bebés —se burla Logan limpiando sus lágrimas.
Toma la mandíbula de Noa alzándola para mirarlo a los ojos. Noa mira el brillo en sus ojos, está igual o peor que Noa.
—Te amo, cariño y te amaré tanto como amaré a este bebé —acaricia su abdomen.
La vida no siempre es lo que se espera, es como un juego, aprendes a perder y ves lo mejor de ti mismo en tus errores.
La felicidad no es siempre es sólida, se construye con acciones, tu pasado puede volverse en tu contra o llevarte a un futuro y ahora mismo viéndose a los ojos ¿Qué más podrían pedirle a la vida?
Nada, ya lo tienen todo y aun así, son más de lo que esperaron tener.
Fin.