Cuatro días después…
El ambiente en la mansión del Alfa König se encontraba más que tensa, todos podían sentir como Dominik dejaba sus feromonas en el aire, demostrando que estaba muy molesto. Además que todos sabían que Mar estaba involucrada en lo que le estaba pasando a su líder, las feromonas que ella había lanzado después de haber salido del despacho de su líder habían sido de desesperación.
La morena era constantemente vigilada por varios Betas, ya que Dominik quería asegurarse que en verdad ella estaba diciendo la verdad. En el rostro de Mar se podía apreciar el cansancio y la irritación, su familia se había enterado de lo que había pasado y estos no dudaron en presionar a su propia hija para que dijera lo que sabía. La morena no podía dormir por la ansiedad de que en cualquier momento Dominik supiera de Katherine o peor aún... Que la encontrará.
Aún no podía entender por qué necesitaba información sobre Katherine, estaba segura de que su única mención o cercanía había sido el aroma que había traído y la mentira que de la entrevistado. Dentro de su trabajo pensó que podía descansar y relajarse con los pocos clientes que tenía, pero estaba muy equivocada, ya que Isabella la seguía de igual manera para sacarle alguna información sobre lo que le estaba pasando a Dominik y por la mujer que había roto su récord.
Mar agradecía a la Luna que justo en esos momentos Katherine se encontraba a muchos kilómetros de distancia y así nadie podía saber de ella durante esos días, quizás las aguas se podían calmar y nadie tendría más problemas. Durante esos días lo único que la estaba sacando de sus problemas había sido justamente Katherine, quien le mandaba varias fotos y mensajes sobre el país en que estaba trabajando.
Odiaba en el fondo comenzar a sentir alguna amistad por aquella humana que traía muchos problemas… Pero no lo podía evitar, con una sonrisa en su rostro le respondió a Katherine que le parecía increíble todo lo que estaba disfrutando y que siguiera de esa manera. Mar se levantó del asiento de la cafetería de la agencia y estaba lista para irse a la sección de fotos que tenía justamente en ese momento, pero alguien se interpuso en su camino.
— Mar... Que agradable verte. — Le dice Isabella con suma hipocresía en su voz y dejando ver en su rostro una sonrisa fingida, la morena frunce su ceño ante solo verla.
— Lástima que no pueda decir lo mismo de ti, Isabella... Permiso tengo que irme, perra. — Susurra la última palabra caminando por su lado, pero la rubia le toma del brazo bruscamente.
— ¿¡Cómo me llamaste!? — Le grita indignada haciendo que todas las miradas se posaran en ellas dos, Mar hace una mueca y con brusquedad se zafa del agarre de la otra mujer.
— ¿Acaso estás sorda? — Le pregunta Mar haciéndose el papel de la confundida. — Te llamé Isabella…
— ¡No!… ¡Tú me llamaste perra! — Le reclama.
— Creo que te falta limpiarte las orejas porque no te dije perra, dije; “Permiso tengo que irme, Isabella…” — Le corrige haciendo que la rubia frunciera su ceño un poco confundida.
— ¡Mar! — Una voz femenina se hace presenté y era Olivia que llegaba al lugar, la morena desvía la mirada de la rubia para ver a la otra.
— ¿Qué pasa? — Le pregunta confundida, Olivia mira a la rubia y antes que dijera lo que le tenía que decir toma del brazo a la morena guiándola fuera del lugar para llamar al ascensor. — ¿Olivia?…
— El Alfa König estaba en el despacho de William... — Le dice con cierta pizca de temor, el rostro de Mar era de sorpresa pura por lo que estaba escuchando.
— ¿¡Que!?, ¡Le dije a ese payaso que en mi trabajo no se metiera! — Grita molesta para luego entrar las dos al ascensor y presionar el botón del despacho de William.
— Está pidiendo los datos de Katherine… — Mar se mantiene callada ante eso, en realidad no estaba nada sorprendida en que él viniera para saber de Katherine, más bien se lo estaba esperando y estaba más que segura que se había tardado. Pero en el momento en que pasó lo del despacho ella rápidamente fue a la agencia para decirle todo...
William no diría nada y no le importaba que fuera el gran Alfa König…
Cuando llegaron al piso correspondiente caminaron con rapidez hacia al despacho en dónde se podían ir los fuertes gritos de Dominik, cuando abrieron la puerta se encontraron con varios papeles y la computadora del Omega en el suelo.
— ¡Dime cómo se llama! — Le reclama a William que no hacía nada ante los gritos del Alfa, el lobo interior del Omega estaba demasiado asustado y se podía notar por las feromonas que lanzaba en el aire, pero las de Dominik eran mucho más fuertes.
— Te dije que no tengo ninguna información de ella... — Le dice con voz asustada.
— ¡Qué coincidencia que tú, el jefe de esta puta agencia no sepa los nombres de las personas que entrevistan tus empleados!... — Mar no sabía que decir o como actuar, pero en el fondo sabía que ella tenía la culpa de todo lo que estaba pasando y que podía perder su trabajo por su líder de manada.
— ⟨Es mejor que digas la verdad, Mar... Si sigue así las consecuencias serán mucho más grandes.⟩ — Le dice su loba interior en un susurro, como si tuviera miedo de que él la escuchará.
— (Ella estará en problemas... Sufrirá si el líder la encuentra.) — Mar pensaba que Dominik la buscaba para malas cosas y no porque fuera una buena noticia, aunque viniendo de él ninguna era buena. — ¡Dominik, basta! — Le grita ocasionando que el lugar quedará en silencio y el nombrado se volteara enojado.
— ¿Acaso tú me estás ordenando, Mar?… — Al finalizar aquellas palabras suelta un gruñido haciendo que todos excepto la morena bajarán la cabeza, Mar no dejaría que la viera de esa manera. — Sé muy bien que me estás mintiendo y te estoy dando mucho tiempo para que te arrepientas y me termines contando lo que sabes, pero creo que debería de dejar de darte ese tiempo y... Hacer que toda nuestra manada vea que nos ha traicionado. — Aquellas palabras le afectaban muy duro a la morena que comenzaba a sentir una fuerte opresión en su pecho.
— ¡No entiendo por qué estás haciendo todo esto!, ¡Es una simple humana que no sabe de nuestra r**a y que no nos ha hecho nada a nosotros, Dominik!… ¡No entiendo por qué estás haciendo tanto escándalo por ella! — Le reclama intentando hacer que soltará lo que estaba ocultando, pero Dominik ante la ira que sentía y la presión de su lobo interior no lo pudo evitar.
— ¡¡Es mi maldita Soulmate!! — Aquellas palabras las había dicho dos voces, la primera era de Dominik y la otra de Axel quien también estaba molesto porque nadie quería decirle nada sobre ella.
Silencio...
Todos se habían quedado callados al escuchar aquella confección de parte del gran Alfa König.
Miedo...
Ese sentimiento era lo que sentía Mar al escucharlo, no podía seguir protegiendo a Katherine, nadie podía seguir ocultando lo que estaba pasando.
Sorpresa...
William y Olivia no podían creer lo que habían escuchado, Mar en el fondo también tenía el sentimiento de sorpresa.
— Ahora dime... ¿No dirás quién es la luna de nuestra manada?… — Dominik se acerca a ella amenazante esperando alguna confección. — Cuando todos se enteren de esto serás la deshonra para la manada, a tu familia se le quitará todos los permisos que ha tenido y los escudos de honor que se han ganado por la familia König... La familia Ocean será la vergüenza de todos y ellos te odiarán hasta la muerte, piensa bien en lo que harás, Mar. Algo que me digas que no se verdadero y terminarás cayendo al infierno… — Dominik dejaba salir sus palabras como si fueran navajas que se introducían en el cuerpo de la morena, ella sabía que todo lo que él está a soltando solo eran verdaderas dolorosas... Amenazas que se cumplirían sin falta...
¿Ella podía hacerle eso a su familia?…
Sabía que se quería ir de allí, pero los amaba por todo lo que le habían dado. William la miraba con tristeza dejando ver en sus ojos que si llegaba a decir algo él lo entendería, para muchos hacerle eso a su familia era algo muy grave. Su loba interior no le decía nada se mantenía asustada sabiendo que no había escapatoria, Mar suelta un suspiro y mira el suelo.
— Katherine… Ese es su nombre, solo me dijo eso. — Le confiesa el nombre de su Luna, pero Mar solo había dicho un cuarto de la historia y de la verdad. Sabía que con eso podía hacer que Dominik se calmara un poco, el Alfa König desvía su mirada para ver al Omega y este traga salida ante la mirada.
— ¿Tú sabes algo más?…
— Katherine D'Bianco… Solo vino hacer una entrevista por dos días y se fue. — William le estaba siguiendo el juego a Mar quien agradecía con la mirada, si la morena solo había dicho un cuarto de la verdad entonces él también la diría.
Sin decir más nada Dominik sale del lugar apresuradamente para hablar con Noah y que investigará el nombre de la mujer que con desesperación buscaba.
— (Estarás con nosotros en poco tiempo, humana...) — Pensó Dominik entrando por el ascensor.