Bella Había salido temprano del trabajo con la intención de organizar mi casa. Tenía muchas cosas por en medio y no parecía que me daría tiempo de hacer todo lo que necesitaba. La mudanza aún me dejaba con montañas de cajas sin abrir y una lista interminable de tareas pendientes. Mientras movía una montaña de cajas de zapatos, mi teléfono vibró. Lo recogí y vi un mensaje de Elio. Decía: "Ven a mi casa cuanto antes, desde que puedas." Me quedé un momento mirando la pantalla, algo preocupada y curiosa. Inmediatamente llamé a Elio para saber si no nos veríamos esa noche en mi casa, pero no contestó. Solo me envió otro mensaje diciendo lo mismo: "Ven a mi casa cuanto antes." La emoción comenzó a hervir en mi interior. ¿Qué podría ser tan importante? Corrí hacia el baño y me di una duc