Elio, exlisiado, tontito confiado. Me siento abatido, sentado en el pequeño escritorio de mi habitación en Corea, mientras gestiono mi vuelo de regreso a Nueva York. Tengo que volver cuanto antes, no puedo perder ni un solo segundo más aquí, no luego de lo que sé, de lo que realmente pasó conmigo, con Bella, con esas fotos. Los verdaderos sentimientos de Bella. Me quiere. ¡Ella me quiere! ¿Cómo pude ser tan idiota de dejarme llevar? En ese momento para mí lo que estaba en frente de mis ojos era cierto, pero incluso lo que creí que vi, ahora mismo no tenía el más mínimo sentido. Nunca pensé, luego de esas fotos, que Bella sintiera algo por mí, me cegué ante mi propia idea, incluso las palabras dichas por ella no tenían el menor sentido en ese momento, porque yo creía una cosa… Para