Movió los ojos al despertar, asomándose una sonrisa en sus labios, se estiró con cuidado de no golpear a la mujer a su lado. Al fin había podido estar con Valeria otra vez o eso pensaba él. Pasó la mano por su costado y comenzó a darle besos hasta despertarla. Quería hacerlo otra vez con ella y de paso pasar todo el fin de semana junto aquella mujer. Necesitaba pedir perdón y ya el lunes ver qué hacia con su vida. A su mente llegaba el embarazo de Valeria y lo enojaba pensar que era de alguien mas. Tenía que saber de quién era, quién se había atrevido a tocar el cuerpo de su esposa, saber de qué hombre se trataba. Y mas importante, saber qué sentía Valeria hacia ese hombre. —Adrien, aún tengo sueño, no me dejaste dormir. Estabas muy fogoso anoche.—dijo Elena dándose la vuelta y