Aporreó la puerta repetidamente, apenas llegaba a casa de su madre y quería ir al baño, le urgía hacer pipí desde todo el rato en lo que iba en el taxi. Caminó de un lado a otro, arrastrando la maleta, a esperas de que Eloísa le abriera. No sabía si sería capaz de aguantar mucho mas. Volvió a tocar. —¡Ya va!—escuchó la voz de su madre y se acercó a la puerta. Cuando la señora abrió, Valeria soltó la maleta y casi corrió al baño, sintiendo una agradable sensación cuando lo logró. Mientras Valeria estaba en el baño, frente a la puerta apenas su madre iba tomando la maleta de su hija , se apareció Emma y Elena en su puerta. Eloísa se sorprendió al verlas allí, no sabían donde ella vivía, no había tenido comunicación con ellos desde que se cambió de casa y tampoco es que lo hubiera in