Aunque la cena había sido agradable y Raúl era un hombre muy carismático y no daba tiempo a que Valeria se aburriera, ella solo pensaba en un cosa. Le diría toda su verdad a Adrien, la verdad de los hechos, fuera de los mentiras que inventó Elena o su familia pero para Valeria eso no cambiaba nada, que Adrien le creyera o no lo hiciera, a ella la traía sin cuidado, era una cosa que no tenía ningún valor para ella, pero…su paz valía mas. Pronto, no muy lejos, su hija nacería y ella no quería tener que estar escondiendo, siendo acosada o buscada por los Sinclair, pero sobre todo, en su trabajo se cruzaba Adrien y eso parecía ser imposible que dejara de suceder. Una vez que Mía naciera, hacer conjeturas iba a ser muy fácil, demasiado simple, solo que Adrien era muy ciego como para hace