Había llegado temprano a casa, justo al atardecer. Valeria salía al jardín para tomar un poco de aire fresco, se acercó a la entrada cuando sintió llegar a Adrien. —¿Cómo ha ido tu tarde?—recibía en beso sobre sus labios. —Liberadora. Me encontré con Alaric Jackson y su hija, habían ido a verme. —¿Otra vez te comportaste como un ogro? —No, no fue así. Alaric y yo estudiamos juntos, así que tengo un pasado con él que no es agradable para ninguno de los dos.—Valeria se quedó esperando a que él dijera algo más sobre el tema, pero no fue así.—¿Mía duerme? —Si. —Lo que significa que despertará de madrugada. —Veo que ya estás tomando su horario. Parecía un momento perfecto para decírselo. —Tengo algo muy importante que decirte, Valeria. Hablemos.—pensó entrar a casa, pero luego vio