Cristian, salio montando su caballo, no dio tiempo a los sirvientes de alistar el carruaje, tenía que aclarar las cosas con Richard, llamó eufóricamente a su casa de soltero, sin embargo, no pudieron darle ninguna información; supuso que se marchó al club, por lo que regresó a su Mansión se cambió de ropa y se dirigió rumbo a ese lugar. Lo encontró todo derrotado en la esquina de una mesa.
—¡Richard! — exclamó Cristian, dando zancadas hasta estar frente a él.
—Pero si es mi buen amigo... Cristian— aspiró aire— ven y sírvete una copa— haciendo un ademán para que la tomara.
—No estoy para bromas...Necesitamos hablar.
—¿De mis desdichas? O mejor aún del infierno en el que vivo.
—De mi hermana...¡Maldita sea!.
—Oh sí... Noemí— cayendo una lágrima de su rostro— Cristian sintió compasión por su amigo y decidió sentarse —Habla te escucho— carraspeando su garganta.
—Lo siento, fui un idiota no valoré a tu hermana cuando pude hacerlo— sorbo un trago— ya es tarde debo casarme— golpeando la copa contra la mesa.
—No entiendo de qué hablas— arqueando una ceja.
—Sarah, está esperando un hijo mío— sujetándolo de la chaqueta— soy muy infeliz, jamás pensé en casarme con esa mujer— suspirando.
Cristian abrió los ojos como platos, se quedó atónito ante la confesión —¿Cuándo paso eso? — musitó.
—Desde su primera temporada, nos hicimos amantes y cuando quise terminar ya era tarde— elevando la mirada.
—Te compadezco, no hay nada que pueda decir— respirando— yo vine por lo que le hiciste a mi hermana. Te pedí que no jugaras con ella—apretando los puños— pero lo hiciste y dañaste su corazón— exhalando aire— se que es fuerte y sanara esa herida... sin embargo, no te quiero cerca de mi hermana, olvídate de ella para siempre— retirándose y dejando a su viejo amigo, si antes quería molerlo a golpes, ahora le inspiraba lástima.
Anthony, dio un puñetazo a la pared, si solo hubiera confirmado antes sus sospechas, la situación seria distinta; se prometió no intervenir, por mas que quería salir corriendo y consolar a Noemi
3 meses después....
—Noe, hay algo que tienes que saber... Richard se casa hoy con lady Elliot— le dijo Cristian. Los ojos de Noemi se pusieron llorosos —lo suponía— replicó.
— Lo siento Noe—musito Cristian.
La ojiazul permaneció en el silencio, se sentía destruida no sabia que el amor pudiera doler tanto, aquel hombre dueño de sus sentimientos se casaba con otra. Decidió pararse e ir hacia la sala de música, desde el altercado paso varias semanas en cama y hoy estaba de mejor semblante, quería tocar y presionar las teclas del piano que tanto la tranquilizaban.
Entre tanto, llego Anthony a la mansión, quien fue anunciado por el mayordomo y salió a su encuentro Cristian.
—Amigo ¿Cómo estas? y ¿Noemi?— no pudo evitar preguntar, sentía un nudo en la garganta si no lo hacia.
—Esta bien, no hay nada que el tiempo no pueda curar— respondió Cristian con cierta pesadez
—Siento impotencia, yo amo a tu hermana, pero en cuanto me confeso sus sentimientos por Richard, decidí alejarme y brindarle mi amistad-—apretando los puños-— que iluso fui... si hubiera sabido las verdaderas intenciones de Richard y la relación que tenía con Lady Elliot, la habría apartado de él, ella es muy importante para mi.
-—Agradezco tus palabras, Anthony, creo que realmente no conocimos la verdadera naturaleza de Richard, sin embargo, él ya tiene su propio infierno, desposarse con una mujer a la que odia, debe ser difícil—frunciendo el ceño.
—Pobre cobarde y desdichado—musito Anthony— Quisiera ver a Noemi, de ser posible...—elevando la mirada— vengo a despedirme.
Cristian miro con extrañeza—Pensé que te quedarías hasta mi matrimonio.
—Lo sé, espero que me disculpes, pero permanecer en Londres aumenta mi agonía—respondió con cierta nostalgia.
—Pero aún puedes conquistarla, tienes mi visto bueno— arqueando una ceja
—Sin embargo, tu hermana me comentó la ultima vez que nos vimos, que se marchaba a Francia y ante eso yo no puedo hacer nada— con tono pesaroso.
—Vamos hombre, te estas rindiendo muy rápido— dándole una palmada en la espalda.
—No lo creo, tu hermana necesita encontrar lo que tanto busca.. tal vez con el tiempo y los juegos de la vida nos reencontremos y las cosas sean distintas. Cristian se percato que no podría hacer cambiar de parecer a su amigo, por lo que sólo se limitó a seguir preguntando.
—Donde te marchas.
—Me voy a recorrer Europa, en cuanto me instale en algún lugar, te escribiré. Será un honor recibirte a ti y Samantha.
—Me entristece despedirme de ti, pero si es lo mejor... cuentas conmigo— Cristian acompaño a Anthony a la sala de música, donde Noemi tocaba una nostálgica y triste melodía.
Cuando ambos caballeros abrieron la sala; los recuerdos rápidamente invadieron la mente de Anthony, no pudo evitar rememorar el primer encuentro que tuvo con Noemí, cuando la vio sujeta del brazo de Cristian tratando de abrirse paso en una sociedad llena de prejuicios y discriminación, ahora allí estaba mas segura que nunca, tratando de curar su corazón y decirle al mundo que ella era especial; que si bien no veía con los ojos lo hacia con el alma —Gracias— susurro— por mostrarme las cosas de manera distinta, te pensare y te extrañare todos los días— esbozando una sonrisa.
Cristian, interrumpió a Noemi, quien tuvo que parar de golpe— Hermano ¿Qué es lo que sucede?—girando la cabeza.
—He traído visitas— respondió Cristian.
—Anthony, que alegría tenerte aquí— dijo Noemi con una sonrisa, se paro y apoyada del piano fue en dirección a este, quien la sostuvo y le brindo una sonrisa franca.
—Noemi, vengo a despedirme.
—No me digas eso- replico Noemi —no pensé que te irías tan pronto— apretando la boca.
—Que te digo, es hora de emprender el vuelo— con tono triste.
—Por favor, no se aleje mucho tiempo, de ser posible vaya a Francia a visitarme.
—Tratare de hacerlo- brindándole un beso en el dorso de la muñeca.