Capítulo 3 “Tremendo tipazo, millonario… y solo” I Parte

1544 Words
Mauricio se levanto de su asiento dejando su copa de vino sobre la mesa en el centro de la mediana sala en una de las terrazas en la otra ala del hotel Todo el hotel era nada menos que magnifico, sin embargo esta extensión del mismo le otorgaba más privacidad a la mayoría de sus huéspedes, lo más llamativo de esta era la gran  cúpula sobre ellos con cierto estilo gótico en lo referente a su estructura dejando entre ver los primeros vestigios del renacimiento italiano, el interior era otra cosa pero no dejaba de estar a la par con el resto del lugar, por donde quiera que viera se encontraba con arcos en yeso y estatuas de David   “Al menos deberían de cubrir un poco su hombría” pensó Mauricio entornando los ojos, le gustaba el arte, sabia apreciar las cosas por lo que era, no habia llegado tan lejos si fuera lo contrario, con casi treinta cuatro años tenia un puñado de empresas aquí y allá, algunas se dedicaban al comercio, productos alimenticios que era en lo que más llevaba más tiempo, fue un trabajo que su padre empezó y que el continua fervientemente, también habia incursionado en el mundo de los automóviles en los últimos años, más específicamente en la parte de los repuestos y alta maquinaria de gran calidad, actualmente estaba por la labor de seguir promocionando su producto y seguir haciendo crecer su propio negocio, tenía buenas empresas de márquetin que incluso prestaban servicios a muchas otras partes del mundo desde la cede en LA Le iba más que bien Ignoro el breve malestar de soledad que lo invadió de repente No era algo nuevo, de unos años para acá el tiempo y dedicación a sus negocios empezaban a pasarle factura aunque aun se consideraba un hombre joven “Apuesto, rico, tremendo tipazo… y más solo que nadie” pensó Mauricio mirando  el liquido vino tinto en su copa con gran desdén “Si estas solo es porque quieres” dijo una pequeña voz en su cabeza y se obligo a  no bufar en respuesta Las cosas no eran tan fáciles como eso, si, podía tener las mujeres que quisiera con un chasquido de dedos, pero cuando era más joven y apenas estaba explorando  el mundo de las finanzas de dio cuenta de que solo eran cuerpos vacios en busca de lo que el podría ofrecerles Dinero Básicamente solo era algo por interés, algo momentáneo pues ya habia comprobado que hacerse el loco con una mujer detrás de su fortuna lo habia terminado hastiando en muy poco tiempo Y Dios sabia que si Ya habia dejado sus cosas en su propia suite y no habia tenido más tiempo de nada cuando se entero de que su mejor amigo ya habia llegado al hotel e incluso ya estaba en su propia habitación, después de un par de palabras por teléfono quedaron en encontrarse en la terraza   —Debo de estar alucinando —Dijo sonriendo y dejando atrás los pensamientos de su lamentable situación amorosa cuando vio a su amigo acercarse Es decir: ninguna, pues actualmente no tenía —Ha pasado tiempo —Dijo Bastian estrechando su mano y dejando su chaqueta sobre el respaldar de un sofá de gamuza de color marrón carmesi a su lado —Desde luego, aunque a diferencia de ti, yo aun me conservo —Mauricio bromeo y solto una estridente carcajada cuando vio los ojos de su amigo ponerse en blanco Bastian Dimou solo era un par de años mayor que Mauricio Ferrara, se conocian desde niños porque sus padres también habia sido amigos y socios en el pasado, tenían alrededor de dos años sin verse desde la muerte del padre de Mauricio aunque habian entablado en muchas ocasiones conversaciones por llamada telefónica y algunos que otros correos, aparte de también seguir con sus propios negocios en común A pesar de lo que habia dicho, Bastian no se encontraba en Florencia por negocios únicamente, por una vez en su vida pedia, no, necesitaba un descanso, no sabia como su vida se habia vuelto solo oscuridad y soledad desde hace más de cinco años, los negocios iban muy bien, para el resto del mundo seguia siendo el mismo hombre millonario inalcanzable, como sabia que lo habia apodado ¿Millonario? Más que eso ¿Inalcanzable? Para nada Irónicamente esto último venia de parte del público femenino, quizás si dejaran de ir detrás de su dinero constantemente vieran la otra cara de la moneda Su situación aunque muy parecía a la de Mauricio no eral del todo igual, aunque si sentía el peso de la soledad, tenía tiempo si saber lo que era una gran amor y casi no recordaba las emociones más simples de la vida, empezaba a pensar que solo era algo que se vivía cuando se es joven, apenas tenía treinta y seis años, no se sentía viejo en lo absoluto pero si solo Habia venido a Florencia no solo a tratar algunos asuntos de negocios con su amigo sino también a alejar sus pensamiento de Atenas, y lo que era su “vida” en su país Su amada Grecia Aunque los negocios podía seguir tratándolos por correo tenía que admitir que deseaba  para si, quizás perderse en un botella de Whisky durante su estadía en “Le rosse”, no le vendría mal en lo absoluto Olvidarse de quien era realmente tampoco le haría mal —Este lugar no ha cambiado nada —Dijo Bastian mientras admiraba el lugar Seguir siendo igual de maravilloso que la última vez que habia venido —No, he venido aquí un puñado de veces en el año, estoy pensando seriamente en mudarme a este lugar —Dijo Mauricio y por el tono serio del hombre lo único que pudio hacer Bastian fue una enarcar una ceja y encogerse de hombros mientras servía un poco de whisky con hielo que habia en el centro de la sala Apenas era medio día ya estaba dándole comienzo a su plan —Dudo que lo hagas, no podrías sacar por mucho tiempo tu trasero de tu propia casa aunque quisieras —Bastian rodo los ojos Sabia que su amigo seria incapaz, su apartamento y la casa que su padre le dejo a su madre eran el único recuerdo que aun conservaba de él, el apartamento habia sido el primer gran regalo que este le habia dejado a Mauricio cuando era apenas un adulto joven con casi veinte años y en ese entonces buscaba con mucho esfuerzo independizarse, aunque bien siguió los pasos de su padre hasta dirigir el negocio Ferrara —Lo sé —Mauricio sonrió mientras volvia a llenar su copa de vino y Bastian ya iba por la mitad de su trago y tenía intención ser ir por otro Ya a su edad sabia beber con moderación pero eso no era algo que estaba buscando, simplemente se dejaba llevar por la calidad sensación que el whisky le dejaba en el pecho después de que el liquido quemara en su garganta Pero quería algo incluso más fuerte, deseaba por una noche dejar de ser el, mezclarse entre una multitud y disfrutar como nunca Bien podría intentarlo más tarde en el club —Necesito que organicemos las importaciones, quiero salir de mis deberes lo antes posible —Dijo Bastian aflojando el nudo de su corbata y tomando asiendo, ya solo le quedaba un trago —¿Ya?—Mauricio no pudo ocultar su asombro —¿Tienes tu parte lista? —Tres mil toneladas en acero y aluminio están esperando en barcos desde hoy — Dijo Bastian —Apenas lo hablamos hace menos de una semana —Mauricio murmuro como si estuviera pensando, luego se encogió de hombros —¡Perfetto! —Mauricio aplaudió y tomo otro sorbo de vino —Estaré esperando la embarcación Bastian asintió Y asi sin más ya tenía resulto el negocio —Espero consigas lo que buscas aquí querido amigo —Mauricio se levanto de su asiento haciendo  una graciosa reverencia despidiéndose por hoy —Dejare todo listo para la embarcación, descansa por hoy, siempre es un placer hacer negocios contigo. Al minuto Bastian se encontraba solo en el lugar aunque sabia que eso duraría muy poco con Mauricio alrededor No pudo evitar sonrreir al pensar en su amigo, se  sentía bien el volverlo a ver Se dirigió al extenso balcón en los alrededores de toda la cúpula del hotel aunque no sin antes tomar de lleno el resto de lo que quedaba en la botella del Whisky, se quedo por unos minutos a observar el paisaje, dentro de unas pocas hora el día daría paso a la noche en Florencia Y todo cobraría vida Las personas saldrían a festejar  por toda la ciudad, sabia que el hotel contaba con una club en el sótano, ya había ido al lugar antes y sabia que esa noche lo más seguro es que estuviera repleto de personas, no le entusiasmaba mucho la idea de codearse entre extraños pero le atraía mucho menos la imagen de él sentado en su cama viendo tv y solo esperando a vaciar botellas Tampoco le hacia mucha ilusión la madre  de las resacas que tendría si seguía por ese camino
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