Capítulo 3 “Tremendo tipazo, millonario… y solo” II Parte

1649 Words
—Pfff —Suspiro perdido en sus pensamientos ¿Cómo se supone que se debe continuar cuando tu vida  a perdido el brillo que una vez tubo? Al principio ignorar la sensación había funcionado para él  en ese entonces pero la “situación” en si no  le dio muchas opciones después y por eso estaba aquí en Florencia No lo mal entiendan, se consideraba asi mismo alguien exitoso y el mismo se sentía orgulloso de sus logros, aun no puede recordar como fue tan ciego y se dejo caer en las manos de ese ser que solo le trajo soledad y lo hizo sentirse como un objeto en muchas ocasiones y por mucho tiempo Con tan solo veinte tres años de edad se habia  fijado en el peor error de su vida, si no fuera por su familia y  su amigo ahora no seria el mismo Bastian Dimoun que  conocían, nada exitoso en lo absoluto Aunque por otro lado quizás ahora no cargara con el peso de su error En su afanada búsqueda de amor se dejo llevar por una loba vestida de oveja, decir que creyó básicamente en los cuentos de hadas era el eufemismo del siglo Bastian se habia enamorado y no contento con eso el mismo habia firmado su condena Y ahora lo estaba pagando caro Como el dinero y la avaricia puede acabar con la dulzura que una vez una persona puede tener aun es un completo misterio para el, aunque bien desde un principio su padre tubo cierta fortuna no fue hasta hace menos de una década que el empezó realmente a continuar con el negocio de lleno y motivado desde muy joven en su adolescencia tanto por los constantes sermones de su padre sobre “Tener que sudarse lo suyo” fue que el mismo lucho por su aspiraciones Su padre se habia retirado pero Bastian habia estado decido en continuar Fue en el mejor momento para el cuando se le ocurrió la necia idea de que necesitaba a alguien a su lado que lo apoyara aunque fuera emocionalmente, un amor a su lado mientras crecía habia parecido un sueño romántico que muy pronto se fue a la basura convirtiéndose en una pesadilla constante Si, el había pagado caro el precio de su decisión   Simplemente fue uno objeto para aquella mujer “Y pensar que todo empezó de las mil maravillas” pensó Bastian con amargura A pesar del tiempo no dejaba de recriminarse su presente pues el era el único culpable de ello Ya no creía como tal en el amor, no dejaba de pensar  que cada mujer que se le acercara era en su mayor parte solo por perseguir su fortuna Y estaba cansado de eso Ya lo había vivido y no le quedaban ganas de volver a repetir la historia Aun con la botella en la mano tomo su saco  y se volvia hacia la suite, en el camino  se encontró con muchos conocidos a los que saludos con una sonrisa sin ganas, a pesar de no ser italiano era muy conocido en el país “Los rumore circulan rápido” pensó sin el más mínimo asombro Estaba  acostumbrado a estar en boca de las personas por todo y por nada, en especial en su país, Grecia, para algunos representaba una especie de ídolo pues a su edad habia seguido amancillando la fortuna y haciendo mucho más de lo que su padre alguna vez hizo, el tiempo estuvo a su favor y  contaba con experiencia de apoyo, también sabia que para otros era un rival. No tenía instinto competitivo, no lo entendía, el solo hacia su trabajo para mantener su estilo de vida y ahora ayudar a su padres, tenia aspiraciones y dio todo de si para conseguirlas, se les presentaron oportunidades que tomo sin dudarlo a pesar del mal estado de sus emociones en aquel entonces Aunque le hubiese gustado más disfrutar el momento Sin embargo era muy normal la competencia en el negocio y el se encargaba de siempre estar un paso por delante en su producto Como se debía, de lo contrario no habría llegado tan lejos Ya en su habitación se despojo de su ropa, se quito su camisa blanca de mangas largas y luego le siguieron sus pantalones y zapatos, en vez de relajarse un rato en el jacuzzi en medio de su propia mini terraza privada en la inmensa sute se dirigió al baño y opto por una ducha fría Diez minutos después salió con una toalla del hotel envuelta en su cadera Por un segundo Bastian recordó su móvil y lo encontró encima del escritorio que estaba en una esquina, antes de incluso revisar si tenía alguna llamada pérdida o mensaje simplemente apago el artefacto y lo volvió a dejar en el lugar No estaba esperando alguna llamada y estas eran una especie de vacaciones, se iba asegurar de disfrutarlas como se merece Se dirigió al armario donde ya habia desempacado sus y decidió que esa noche quería pasar lo más desapercibido posible aunque sospechaba que la mayoría de las personas en el club entre la multitud, los tragos y la música con suerte no lo reconocerían Si bien no era una estrella de rock o el presidente si era consiente de los murmullos cuando pasaba y algunas que otra miradas coquetos Aunque esto último tampoco lo molestaría mucho Se vistió con una camisa negra y se remango las mangas hasta los codos, se colocó unos jeans azules y sus zapato color café, una vistazo al espejo mientras retocaba lo ultimo detalles, lo dejo satisfecho con el resultado, se veía casual sin dejar de estar representado, apenas le estaba saliendo un ligero rastro de barba que y su candado se acentuaba un poco más Realmente estaba considerando afeitarse y quizás quitarse unos poco de años encima —A conquistar el mundo baby —Dijo Bastian guiñándole un ojo a su reflejo para luego dirigirse hacia la puerta No sin antes buscar por la habitación unos lentes de sol —Mejor prevenir que lamentar —Murmuro para si mismo al colocárselos Realmente esperaba pasar desapercibido esa noche Habia caído la noche y Florencia apenas estaba brillando con la vida nocturna que empezaba abrirse paso desde tales horas, sabia que la  calles estarían inundadas de parejas o grupos de adolecentes y jóvenes de aquí para allá, Bastian había tomado la decisión implícita de pasar mayormente su tiempo en el Le rosse pues aunque Florencia siempre era digna de admirar le costaba admitir para si mismo que no quería pasar por semejante experiencia sintiéndose solitario ¡Por amor a Dios! Quién diría que un hombre como el tendría tales dilemas en su cabeza, pudiendo tener la mujer que quisiera… “Si el mundo supiera lo patético que puedo llegar a ser…” Bastian  no se permitió seguir con sus pensamientos O su noche ahora si estaría del todo arruinada El mismo habia leído miles de ensayos sobre la autoestima y el amor propio, lo habia entendido, no creía sufrir por algunas de esas cosas en estos tiempo, si bien su pasado habia dejado alguna que otra cicatriz que también le otorgado experiencia y conocimiento Habia aprendido que “no todo lo que brilla es oro” y actualmente aun recordaba su error de juventud Sabia que tener una pareja no era una necesidad y más aun para él, el conseguir a una mujer que viera  más alla de la riqueza no era tarea sencilla Aunque tampoco podía decir que habia estado mucho por la labor de buscar alguna, mentiría si dijera que no extrañaba la dulce sensación de simplemente tener alguien te que te ame pero en serio Del amor ya solo recordaba la palabra AMOR Aun tenía tiempo pero resonaba en su cabeza la voz de su madre: “Si no te apresuras el tren va a pasar y te dejara atrás mi niño” habia dicho su madre mirando con ojos preocupado También habia olvidado que a veces hacia el drama como solo ella podía hacerlo A su treinta y seis años no tenía familia, ni hijos y mucho menos a la mujer con la que quisiera tener todo aquello que seria lo principal, no tenía una pareja estable de la que sobre todo estuviera perdidamente enamora “Y ella de mi” Para su fortuna los pacillos se encontraban solos al  igual que el interior del ascensor cuando entro y oprimió la tecla del último piso,  habían tantas divisiones en el lugar que Bastian aun se asombrara de no estar perdido El ascensor empezó a descender lentamente mientras Bastian dejaba caer su cabeza hacia atrás, a recostado y de espaldas a la pared de artefacto de metal, por el rabillo del ojo vio su propio reflejo en el espejo No pudo evitar sonreír al recordar como las revistas se refieren a el como “Un hombre implacable y sensual”, no conocía a la escritora de la columna pero tenía que admitir que más de una vez comentarios como esos lo habían hecho sonreír, de vez en cuando hablaban de sus ojos color negros y los misterios que según las revistas muchas mujeres se preguntaba que ocultaba y el habia pensado: “Nada” “Lo que ves es lo que hay, solo que si prestas la suficiente atención y ves más allá del físico y del dinero te darás cuenta de la verdad… ” Que estaba solo             El mismo no veía ni la sorpresa ni el misterio en eso El ascenso hizo un sonido indicando que ya habia llegado al club, lo más se abrieron las puertas de metal el sonido de la música y el olor del alcohol le dieron la bienvenida Se hizo espacio entre la multitud y sonrió cuando vio el bar a solo unos metros de él “Que empiece la fiesta”
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