Lili. —¿Quieres café?. —Si. —le dejo todo frente a él para que desayune, le quiero dar un beso pero corre la cara—. Solo quiero el café. —Esta bien. —me muerdo los labios para no reír porque se va a enojar aun mas de lo que esta—. Después podemos ir al súper para... —No. —Pero Julián... La nena no tiene leche. —no dice nada, me ignora a mas no poder—. Ya pasó una semana Julián no puedes seguir enojado toda la vida. Desayunamos en total silencio como cada mañana desde hace una semana, no me dirige ni siquiera una mirada, esta furioso porque lo dejé durmiendo en el auto, ¿qué quería? no me lo puedo y mas fuerza no podía hacer, ya sentía que la espalda se me partia. Aceptó ir al súper cuando le dije que, qué le íbamos a dar a la nena para que se alimente porque ni yogures nos quedab