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Insegura: Inseguridad Desecha

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Blurb

Esta segunda parte muestra como sigue la vida de Lili y Julian despues del incidente que tuvieron... Interaran volver a sus vidas y solucionar los conflictos que se presentan... Podran solucionarlo?

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Capitulo 1
Julián. Primer semana. Hace una semana que pasó todo el problemon. Una semana que no he ido al trabajo y no hablo con nadie. Una semana en que Sofía llora día y noche llamándola con desespero. Una semana en la que no salgo de la habitación de Lili. Una semana en que no sé nada de ella. Me encerré con mi hija en su habitación porque en mi desespero así estamos mas calmados, María me trae la comida y las cosas de la nena ya que no salimos para nada de acá, no quiero irme, están sus cosas, su olor en cada rincón. —¿Julián?. —Maria toca la puerta con suavidad. —¿Qué?. —miro la puerta como si supiera lo que hago. —Te traje un poco de comida. —no respondo nada—. ¿Puedo pasar?. —Si. —le abro quedándome ahí agarrando el pomo y ella entra con una bandeja—. Ponlo en la cama. —Es mejor que salgas. —mira a Sofia que está dormida en la cama—. No le hace bien a la nena Julián. —Puedes irte... No quiero tocar el tema otra vez para nada y lo sabes. —Ya sé que no te gusta, pero te estas perjudicando. —Yo no. —viene frente a mi desesperada—. Ella lo hizo al irse y dejarme. —Que yo sepa no eran nada, ¿porqué te afecta tanto Julián?. —No quiero hablar. —miro hacia afuera apuntándole. —Algún día tienes que salir, no solamente por ti... Por la nena. —La extraña. —vuelvo a mirarla mientras apunto a Sofia en la cama—. Llora todo el tiempo. —Todos la extrañamos. —Yo... ¿Por qué? ¿Por qué se fue?. —digo desmoronándome otra vez—. Yo no quería María... Fue una reacción y actúe sin pensar. —Lo sé Julián. —me acaricia el hombro—. ¿Por qué no la vas a buscar y hablan?. —¿Y si no quiere verme?. —abro los brazos negando—. No lo voy a soportar. —Si no pruebas no lo vas a saber. Se va sin nada mas que decir y vuelvo a cerrar con llave, como un poco y me acuesto en su cama que aun conserva su perfume, realmente tengo miedo de como reaccionar si me rechaza, y además no sé donde buscarla que no sea donde el idiota del amigo. Después de pensarlo mucho me cambio y con mi hija salimos a buscarla, llego donde el idiota nervioso a bajar, bajo con Sofia y ahí toco a la puerta. —¿Qué haces acá? ¿Y Lili?. —mira para todos lados como buscándola. —Justo por ella venia. —¿Qué pasa?. —Quiero saber donde está, sé que te traté mal pero necesito que me dejes verla. —¿Como que te dejarte verla? Acá no está, no la veo hace meses por tu culpa. —me empuja por el hombro y no hago nada por Sofia que la tengo en brazos, sin decir que estoy cansado y desesperado—. ¿Qué le hiciste? ¿Por qué la buscas?. —Peleamos y no sé donde está... Por favor solo necesito verla. —Te dije que acá no está... No la puedo llamar porque nunca atiende. —¿Me das las dirección de los padres o hermanos?. —A donde la familia no hiría ni loca, por eso estoy preocupado. —se agarra la cabeza negando—. Ella no tiene donde ir. —La voy a seguir buscando. —voy al auto subiendo a Sofia a su silla—. Si sé algo te aviso y espero lo mismo. —No soy como tú... Dame tu número. ................................. Segunda semana Otra semana más y nada de nada, estoy preocupado porque el idiota tampoco sabe nada, me hace sentir como que no existió, que solo estuvo en mi memoria y la de nadie mas porque nadie sabe nada de ella. Hoy tengo que ir al trabajo porque ya falté mucho, bajo con Sofia ya lista a la cocina, no sin antes cerrar con llave la puerta de la habitación de Lili, no quiero llevarme la sorpresa de llegar del trabajo y que no halla nada. Dejo a Sofía con María porque no puedo llevarla y me voy, pienso en todo lo que pasó en estos dias y sin darme cuenta llego a la empresa, todos me miran al llegar, estoy desarreglado y sin afeitar, parezco como que doy olor, soy un asco realmente, mientras voy a mi oficina veo al hermano de Lili pasar mirando unas hojas. —Benjamín. —alzo la mano cuando busca quien lo llama. —Hola. —me acerco dándole la mano—. ¿Cómo está?. —¿Podemos hablar?. —¿De qué?. —Vamos a mi oficina así charlamos bien. —camino con él siguiéndome—. Siéntate, ¿Quieres tomar algo?. —No gracias. —se sienta tenso—. ¿De qué quiere hablar?. —Yo sé que no es el lugar ni el momento, pero necesito saber de tu hermana. —¿Cómo necesitas?. —se relaja notablemente al escuchar eso—. ¿Pasó algo?. —Tuvimos una pelea y no sé nada de ella, tiene sus cosas en la casa y no ha ido a buscarlas. —¿Por qué no me dijiste antes?. —saca su celular del bolsillo—. ¿Cuándo se fue?. —Hace dos semanas. —¿Qué? ¿Y si le pasó algo y tú recién me avisas?. —va hacia la puerta para hablar con ella e ilusionado le digo que me la pase pero corta—. Dice que no quiere nada tuyo y que dejes de llamarla. —golpetea el celular en su mano mirándome—. No sé que pasó pero no te veo bien y ella se escuchó mal, es mejor que la dejes en paz y sigas con tu vida. —No puedo hacer como si nada. —me paro fregándome la cabeza—. No voy hacer como que no pasó nada, ¿por qué todos dicen lo mismo?. —No actúes como si te importara. —No estaría así si no me importara y preocupara. —me apunto el pecho mirándolo—. Necesito hablar con ella y arreglar las cosas. —¿Qué pasa entre ustedes?, Nunca me habló de ti... Pero... ¿Acaso tienen una relación?. —Algo parecido. —me mira directo a los ojos—. Si... Tenemos algo solo que... —Mira... Es mi hermana, pero soy hombre... Sólo miras cuerpos y ella necesita un hombre de verdad en su vida no un cobarde que la oculta. —¿Y porqué no puedo ser yo? No teníamos nada serio y si lo acepta la mostraría a todo el mundo. —Hasta ahora a vivido una vida de mierda. —asiento mas o menos dándome una idea por las areacciones que tenia—. Y yo no quiero que siga sufriendo, yo intenté protegerla pero no pude. —lo dice con mucho dolor. —Si me da una oportunidad la voy a cuidar. —pongo mi mano en el pecho afirmando lo que digo—. Solo tuvimos una pelea... No quise escuchar y me descontrolé pero... —¿La golpeaste?. —Jamás la tocaría de esa forma... No, no eso jamás. —Te voy a creer y... Ayudar, la voy a volver a llamar y decir que hablen, no la lastimes... Una herida mas y no se va a levantar mas. Con ese comentario se va dejándome pensativo todo el dia, cuando vuelvo a mi casa lo primero que hago es agarrar a mi hija y encerramos en el cuarto de Lili. ............................. Tercer semana. Con Sofía sigue todo igual, llorando día y noche llamándola desesperada, y debo decir que estamos iguales, extrañándola con locura, nada mas que ella lo demuestra diferente que es llorar con dolor, y tuve que tomar la drástica medida para que duerma de envolverla con una prenda de ella cosa que hace que se calme. Al trabajo voy sin ganas como todos los días, Benjamín me dijo que valla a la facultad para verla pero nunca la puedo ver y eso que paso horas esperando. Lo que me tiene mas abrumado es el tema de Nadia, mis abogados están haciendo de todo para que pague por lo que hizo y por suerte lo están logrando, es maltrato infantil así que dulce no la va a ver. Estoy en la oficina de mi casa trabajando porque hoy no tenia ganas de ir al trabajo, estoy en la computadora con Sofia en brazos mientras le doy una mamadera y como puedo trabajo, estoy muy entretenido hasta que suena mi celular, me emociono al ver que es el hermano de Lili. —¡Benjamin!. —Tengo que decirte algo de Lili. —¿Qué?. —me alejo del escritorio ansioso. —Sé donde está. —¿Dónde? ¿Está bien?. —me paro y se me cae la mamadera del envión haciendo que Sofia llore—. ¿Hablaste con ella?. —Si, está bien tranquilo. —me voy a la cocina a lavar la mamadera—. Está en mi casa. —¿En serio? ¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Cuando llegó?. —Cálmate un poco, calma a la nena y avísame. —Dale. —como puedo lavo la meme y ahí se la doy, le cuesta calmarse donde se estaba durmiendo y se enojó—. Ya... Puedes seguir. —Desde que se fue de tu casa que está en la mía. —¿Qué?. —quedo mirando a la nada—. ¿Porqué no me lo dijiste?. —Quería saber que tanto te afectaba el que se fuera. —¿Ella lo hizo?. —No, no sabe nada de que te estoy llamando, lo único que le dije es que la estabas buscando y que hable contigo. —¿Porqué lo hiciste?. —me siento sintiéndome morir de rabia—. Me tendrías que haber dicho Benjamin. —¿Te piensas que no quise? No me gusta ver ni escuchar a mi hermana llorar todas las noches desde que llegó. —eso hace que me den ganas de llorar—. Casi no come y se la pasa encerrada en su cuarto y tampoco me gusta verte así por eso te voy ayudar... Recién me llamó para que la vaya a buscar cuando salga de la facultad... Sale en dos horas, aprovecha y hablen. ***** Lili. —Mamaaaa... Mamaaaa. —esa vocecita la conozco—. Mamaaaaa. —¿Qué pasa Lili?. —me dice Brisa volviendo hacia atrás donde quedé parada. —Nada... Creí oír a alguien. —busco la voz por todos lados hasta que los veo, mis ojos se llenan de lágrimas enseguida, camina hacia mi y la nena se pone cada vez mas contenta, se sacude riendo a los gritos y me llama estirando sus bracitos. —Lili. —camino hacia él hasta que corro agarrando a la nena que se me cuelga del cuello haciéndome llorar. —Aaayyyy Sofía... Te extrañé corazoncito. —la lleno de besos con cuidado por su moretón y mis lágrimas caen. —Mamá. —dice contenta agarrando mi cara con sus ojos brillosos. —¿Cómo mamá?. —dice Kevin apareciendo de la nada. —Es la madre como quieres que le diga. —¿Chicos nos dejan? Necesitamos hablar. —Julián los mira a los dos. —Yo no me voy nada. —dice Kevin cruzándose de brazos. —Mira pendejo de mierda, no me hagas perder la poca paciencia que tengo. —Julián muy enojado le da un terrible empujón casi tirándolo—. Ahora déjame solo con mi mujer o te rompo la cara. —¿Qué?. —me mira asustado pero no digo nada. —Ándate Kevin, no molestes. —Brisa lo empuja alejándolo estupefacto—. Yo me voy, si necesitas algo llámame. —Gracias Bri. —me giro mirándolo—. ¿A qué viniste?. —A ver como son los arboles de acá. —esta serio y mas que enojado—. ¿Quién es ese?. —Bueno. —intento alejar a la nena pero me aprieta mas fuerte por el cuello—. Es mejor que me vaya. —No... Perdón es que ver a ese me... —se acerca demasiado haciéndome sentir diminuta—. ¿Podemos hablar? Necesitamos hablar Lili por favor. —No sé que tanto quieres hablar y te pido que dejes de llamar... Ya es acoso Julián. —Lo voy a dejar cuando hablemos. —se acerca aun mas chocando su cuerpo con el de la nena y poniendo sus manos en mi cintura—. Por favor, la nena te extraña, yo también lo hago. —¡Esta bien!. —digo después de rendirme ante sus ojos lágrimosos—. ¿A dónde vamos?. —Vamos a la casa para hablar bien. —Bien. Vamos en silencio y es mas que incómodo todo, la nena no me suelta para nada, está desesperada envolviéndome y que la abrace y la bese, cuando llegamos a la casa ya esta dormida pero me agarra de la remera como para asegurarse de que no me voy, dentro de la casa me entran nervios recordando lo que pasó. —¿Vamos a acostarla?. —No, quiero tenerla un rato mas. —¿La extrañaste?. —Mucho. —¿Y por qué te fuiste?. —Me dio miedo. —confieso al fin, lo estuve negando pero es la realidad. —¿Miedo a qué?. —Pensé que me ibas a pegar. —lo digo mirándolo mientras me toca la cara acariciándome. —No sé porque lo hice, pero te juro que nunca te golpearía. —mira hacia todos lados—. No quiero hablar acá, ven. Me agarra de la cintura y me lleva arriba, pienso que vamos al cuarto de la nena pero pasamos de largo. En mi mente digo que tengo que dejar de escapar a todo y escuchar que es lo que quiere y pensar un poco las cosas o siempre voy a estar estancada todo por escapar. Llegamos a la puerta de su cuarto, abre y me hace entrar primera, miro todo maravillada, las paredes son de un gris intermedio, la cama gigante en medio del cuarto, los muebles son negros y lo único blanco son las sábanas, las cortinas son negras y unos ventanales inmensos que dan a un costado de la cama, hay un televisor y dos puertas, calculo que el baño y el ropero. —¿Porqué miras así? Si ya entraste. —me pongo roja y sube un calor sofocante por mi espalda cuando sonríe. —Si, es que no miré nada ni presté atención. —Ven. —me guia a la cama con suavidad, acuesto a la nena en medio de la cama, me saco las zapatillas y me siento como chinita al lado de ella, él me imita en silencio—. ¿Dónde estabas? Te busqué y llamé un montón de veces, me estaba volviendo loco. —Necesitaba pensar las cosas. —paso mis dedos por su pelito n***o que me encanta. —Claarooo. —abre los brazos medio inclinándose hacia atrás exagerando todo—. Y nosotros acá muriéndonos de preocupación. —¿Nosotros quienes? No me salgas con que me extrañabas, daleeeee Julián. —Pregunté y te busqué por todos lados, tu hermano me mintió en la cara un montón de tiempo y tu amigo no sabia nada... No sabia qué hacer. —¿Porqué tanta preocupación?. —Sé que estas dolida porque piensas que le creí a Nadia y no a ti. —¿Pienso?. —alejo las manos de la nena acomodándome mejor en la cama porque empiezo a enojarme—. Si es lo que me diste a entender. —Si me hubieras escuchado no te habrías ido. —Bueno. —le muestro mis manos dándole a entender que siga hablando—. Te escucho entonces. —Ese día llegué temprano porque la escuché hablar con una compañera de que no quería a Sofía y que cuando lloraba la pellizcaba así lloraba con ganas. —me dan nauseas lo que dice porque no entiendo eso de golpear a un bebé por que si—. Te puedes imaginar como me puse. —¿Qué hiciste?. —Le dije de todo hasta casi le pego ahí delante de todos y le dije que se fuera, guardé mis cosas porque estaba muy ocupado y me vine, cuando llegué ya estaba todo revuelto. —paso mi dedo por la manito de Sofi intentando calmarme—. Estabas loca. —¿Porqué me levantaste la mano?. —No sé... —se agarra la cabeza—. Te juro que no lo sé... Tienes que creerme. —Bueno, si no sabes que pasó saco mis cosas y me voy. —me agarra del brazo cuando quiero pararme. —No te vayas por favor, quiero que vuelvas. —un poco mas se me tira encima de lo cerca que esta—. La nena te extraña, llora todo el tiempo desde que te fuiste... Piensa en eso por favor. —No sé Julián. —¿Qué no sabes?. —¿Si tenemos otra pelea y ya no es un amague sino el golpe?. —me suelta medio como asustado—. ¿Qué vas a decir? ¿Que no te diste cuenta?. —No... No... No, yo nunca te voy a tocar de esa forma Lili. —lo dice mientras se arrodilla y agarra mi cara—. Me tienes que creer. —¿Cómo estarían las cosas si vuelvo?. —Como antes, nada tiene que cambiar, va a ser todo igual. —se sienta en los talones ya que no se aleja—. ¿Qué dices?. —Te voy a decir la verdad, me estoy quedando donde mi hermano pero a mi cuñada no le gusta que este ahí y la entiendo, los escuché discutir y no me gustó. —me friego las manos en mis muslos—. Así que sin opción voy a tener que aceptar. —¿Solo por eso?. —parece desilusionado. —¿Qué esperabas?. —sonriendo miro a Sofia dormir a los ronquidos—. También por la nena que la extrañé con locura. —¿Y a mi?. —pone sus manos en mis muslos poniéndome nerviosa—. Porque casi me vuelvo loco. —¿Qué pasó con Nadia?. —Le estoy haciendo un juicio por maltrato de menores, tengo pruebas y testigos, bien parada no va a salir. —Sé que suena mal pero me alegra. —de golpe comienza a reír—. ¿De qué te ries?. —Si que le diste una paliza... En ese momento me hubiese gustado ser mujer para darle como tú lo hiciste te juro. —Ahora es gracioso pero en ese momento se me cruzaron millones de cosas por la cabeza y ninguna buena. —A mi también. —pasa de reír a solo nos mirarnos—. Perdóname por favor. —Si... Te perdono ya pasó. Me acuesto al lado de la nena en silencio y él del otro lado imitandome, nos miramos sin decir nada, siento que no hay nada para decir, siento que ya nos dijimos todo y ahora estamos bien, tengo una mano arriba de Sofía y él pone la suya arriba de la mía apretándome, le sonrío y me duermo, ya no lo soportaba mas, hace días que no logro dormir bien pero estar pegada a Sofia me hizo relajarme. Me despierto porque mi celular suena sin parar, gimiendo me estiro, vuelve a sonar mi celular haciendo que lo agarre enojada, miro y es Benja. —¿Qué?. —digo media dormida. —¿Dónde estas?. —Con Julián ¿por?. —me friego los ojos intentando estar consciente. —¿Qué? ¿No puedo saber?. —¿Para eso llamas?. —No, en serio. —para de reír hablando serio—. Me alegra de que por fin arreglen las cosas, cada día estaba más desesperado... Hasta me dio lastima. —¿Qué estas haciendo?. —No me cambies de tema, conmigo ese jueguito no va. —Ayyy guarrrda. —ahora es una carcajada contagiándome la risa—. ¿Qué te comiste?. —A Julián por dos semanas preguntando por ti, ¿En qué quedaron? ¿Le vas a dar una oportunidad?. —No sé a que te refieres con oportunidad... Sigo siendo la niñera. —me giro viendo a Julián que me mira mientras escucha serio. —Aayyy vamos Lili... Ni tú te la crees... ¿Por qué no le das una oportunidad? Sin arriesgar la vida es aburrida. —¿Y si no sale bien?. —lo digo mientras nos miramos a los ojos—. ¿Dónde me meto?. —De eso se trata... Él realmente parecía desesperado, preocupado y todos los ado por haber, no seas yegua. —No depende de mi. —No le des tantas vueltas. —doy vuelta los ojos porque sé que va a decir una estupidez—. Tampoco seas tan rápida... Mas o menos normalita. —Vete a la mierda. —Bueno bueno... Respeta a tu hermano mayor. —nos reímos juntos porque siempre lo dice—. Aunque no lo creas no me voy a enojar si pasas la noche con él. —¿De dónde sacas tantas pavadas loco? Si no quieres que vuelva a tu casa dilo no des vuelta, no me voy a enojar. —No es por eso. —Me voy a quedar acá con la nena, mañana voy por mis cosas. —Esta bien cuídate... No quiero sobrinos por eso cuídate. —corta antes de que le responda y Julián se acomoda mejor en la cama. —Desde que te fuiste que no dormía bien. —Sofía con su manito me agarra de la remera aun dormidita—. Que no dormíamos bien. —Yo tampoco dormía bien. —De verdad que te extrañé... Y mucho. —me acaricia el brazo con suavidad. —Yo también te extrañé. —se le forma una sonrisa. —¿En serio?. —Si... Y mucho, no la pasé nada bien. —Se nota. —baja la mano poniéndola en mi cadera—. Estas muy delgada, tu hermano dijo que no estas comiendo, ¿Es verdad?. —Noooo, nada que ver, lo que pasa es que estuve con parciales y estudiaba mucho. —Bueno, ahora vas a volver a comer como se debe y nada de NO. —Para un poco mandón. —temerosa llevo mi mano a su cara rascándole la barba—. Me gusta. —Entonces me la dejo. Despierto a la nena o a la noche no va a dormir nada, me sonríe agarrándome la cara y me digo, ¿esto sienten las madres al ver que su hijito las mira a los ojos sonriendo como si fueras su mundo entero? Porque no es mi hija pero siento un gran revoltijo de emociones lindas cuando hace eso. Bajamos a comer porque ya es tarde y no merendamos tampoco, María me abraza cuando me ve y llora apretándome, después de hablar solo un poco se va porque Julián y Sofia me quieren para ellos, preparo la comida recordando los momentos en que cenabamos los tres y mirabamos tele charlando de cualquier cosa como hacemos ahora. A la hora de dormir, Julián se puso pesado de que durmamos los tres juntos, jodió tanto hasta que acepté, y no puedo mentir, estuve deseando toda la tarde a que me lo diga, no de esa forma pero es algo. 1° Mi Salvación. 2° Libérame. 3° Revivir. 4° Mi Pequeña Obsesión. 5° Otra Oportunidad. 6° Insegura letras rojas. 7° Insegura letras azules. • 8° No Me Sueltes. 9° No Te Soltaré. 10° Cuídame. 11° Tocando el Cielo. . .

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