Insegura: Inseguridad Desecha

Capitulo 3

Julián.

Ya pasó un mes del cumple, no puedo creer que sea todo bueno cuando estoy con ella, y también me sorprende y asusta a la vez que no puedo dormir si no la abrazo, si no siento su cuerpo pegado al mio y que sea la primer persona que vea al despertar, nunca se me cruzó por la cabeza que seria así.

Vamos a la casa de mis abuelos por el día del padre, me dió mi regalo en la noche por eso ahora va dormida de lo cansada que quedó pero si que me dió guerra mi gordi hermosa, llegamos y doy la vuelta por el auto para despertarla.

—Gordi despierta. —la muevo un poco pero nada, tiene el sueño profundo—. Lili.

—Noooo. —gime mientras quiere darse vuelta como si fuera una cama.

—Vamos nena... Gordi despierta.

—¿Qué quieres?.

—Ya llegamos.

—¿Ya?. —abre los ojos mirando hacia todos lados—. ¿Y porqué no me avisas?

—Eso estoy haciendo de hace rato.

—Si si si. —se baja del auto y me empuja divirtiéndome—. Muevete.

—No tengo la culpa de que duermas como un tronco mujer.

—¿Qué dijiste?. —de golpe escuchamos risas, nos giramos y son Ara y Flor mirándonos.

—¿Qué?. —digo cruzando los brazos.

—Vinimos a ver si es verdad lo que nos contó la abuela.

—¿Qué les contó?.

—De sus peleitas.

—¿Peleítas?. —comenzamos a reír como locos los dos—. ¿Quién está peleando Juli?.

—No tengo idea la verdad. —saco a la bebé de su silla y se la doy a Flor—. Tenla por favor.

—Chiquitina. —la aprieta y la nena gime.

—No la hagas llorar Flor. —Lili se lo dice sin mirarla porque sabe que ella es la que la cargosea—. Ya quiero comerla.

—¿Qué cosa?. —la apoyo de atrás y se ríe intentando de darme un manotazo.

—Saca estúpido. —me pasa la torta que es gigante.

—¿Qué hago con esto?.

—Llevala que pesa mucho. —caminamos adentro riéndonos de cualquier pavada, cuando entramos nos cruzamos a mi abuelo primero—. Feliz día Aloan.

—Gracias querida. —la miramos como se va para atrás cuando mi abuelo la quiere abrazar.

—Vamos a la cocina. —mi abuela se la lleva junto a la torta.

—Vamos afuera hijo.

Pasamos toda la tarde compartiendo con mi familia y recién en la noche nos volvemos, pasamos un hermoso día realmente y no estoy preocupado en que va a estar incómoda o algo porque es una mas y todos la aman.

En la casa hace dormir a Sofia y me dice que quiere ver una película, preparo todo en el living y la espero ansioso.

—Lili yo... Quería hablar contigo. —le quiero pedir algo y no sé como lo va a tomar.

—Mmm ¿Qué pasa?. —se acomoda mirándome—. Aayyy no, cada vez que dices eso me asustas porque sales con cada cosa que ya no sé que esperar.

—Es sobre nosotros. —frunce las cejas.

—¿Qué pasa?. —dudo mucho porque no sé como decirlo—. Habla Julián.

—Es que... Yo te quería pedir si... —me tiembla todo el cuerpo—. Ya no quiero... Eemmjjjj... Megustariatenersexosinpreservativo.

—¿Eh?. —suspiro frustrado.

—Me gustaría que tengamos sexo sin preservativo. —vuelvo a respirar cuando termino de decirlo.

—¿Qué te comiste?. —se ríe pero no sé de qué—. ¿Estas loco?.

—¿Por qué no?.

—Ya te dije que no me cuido.

—Pero puedes ir al medico y que te dé algo para que lo hagas.

—¿Y si no quiero?.

—¿Por qué no? Ya te dije que no tengo ninguna enfermedad, estoy limpio lo juro.

—¿Cómo es que estás seguro?.

—¿Por qué dudas tanto? Para que sepas nunca estuve con una mujer sin cuidarme, ni siquiera en mi primera vez.

—¿Y cómo llegó Sofía?.

—Se rompió el preservativo. —sacudo la cabeza nervioso porque no me gusta hablar de esto—. Por mas que me hayan dicho que se cuidan nunca lo hice sin cuidarme.

—¿Y porqué quieres hacerlo conmigo?.

—No sé, pero me gustaría y a parte quiero saber que se siente sin nada en el medio.

—Yo creo que no me tendrías que estar pidiendo algo así.

—¿Porqué? Eres mi pareja. —se empieza a reír de nuevo.

—Esas cosas se piden entre novios y nosotros no somos nada.

—¿Cómo nada? Tenemos relaciones y dormimos hace mucho tiempo juntos, eso es ser una pareja.

—Somos compañeros de cama Julián pero no pareja, aparte nunca me lo pediste.

—Te lo pido ahora. —respiro hondo de los nervios—. Lili... ¿Quieres ser mi novia?.

—No.

La miro irse sin decir nada, me quedo mucho rato en el sillón pensando y analizando el porque no quiere si es algo normal que se lo pregunte y ella me dijo que nunca se lo habia pedido. Después de un rato subo, como no esta en el cuarto voy al suyo viéndola ahí.

—¿Qué haces acá?.

—Es mi habitación. —mira por la ventana abrazándose sola.

—Hace tiempo que no lo es.

—Va a volver a ser mi cuarto.

—No. —me acerco poniéndome a su lado—. Tu lugar es al lado mío, en mi cama.

—Mi lugar es donde yo elija y las cosas se nos están yendo de las manos.

—¿Por qué no aceptas? ¿Que hay de malo que seamos novios?.

—No quiero y punto... Ahora quiero dormir.

—¿No entiendo porque te niegas tanto?.

—Porque es mi cuerpo Julián. —me mira enojada—. Y me pides ser novios para que haga lo que quieres. —estoy callado porque en cierto punto tiene razón—. Ahora ¿puedo dormir?.

—Donde tu duermas yo duermo.

Rueda los ojos y vamos a mi cama, se acuesta lejos y no quiere que la toque pero lo hago igual.

*****

Lili.

25 de junio.

Lo que me pidió Julián me dejó de piedra y rondando mucho tiempo en la cabeza, ¿estamos como para dar ese paso? ¿Hoy en día esta para tener relaciones sin protección? Eso y muchísimas cosas me pregunto porque realmente si describo lo que sentí cuando me pidió estar sin protección no lo podria describir nunca.

Nos estamos preparando para la fiesta del padre de Julián, ya cumplió años y fuimos con todos los hermanos de Julián a su nueva casa a festejarlo pero hoy se lo festejan así pueden estar toda la familia y hasta bailar porque les encanta bailar a todos. Con Julián hemos estado un poco distanciados, de esa charla que no tenemos sexo y estoy mas caliente que una pava a punto de fundirse realmente.

Me estoy arreglando en su cuarto y él me ignora a mas no poder, ando en ropa interior por todos lados y ni así se gira a mirarme.

—Es muy corto. —sigo poniéndome las sandalias sin decir nada—. Es muy corto el vestido Lili.

—No lo es.

—Cámbiate. —lo miro que me apunta el vestidor sentado en la cama—. Ve a cambiarte... Te espero.

—No me voy a cambiar. —me paro delante del espejo alisandome la tela—. ¿Vamos?.

—Si no te cambias no vamos a ningún lado.

—Pero... No tengo otra cosa que ponerme y no es corto. —me llega 5 dedos arriba de las rodillas y como mis piernas son largas no es corto.

—Se te ve todo... Mejor ponte un pantalón... Si, un pantalón es mejor.

—¿Qué?. —me miro por las dudas y nada que ver, no se me ve nada—. No se me ve nada Julián... Mejor voy a cambiar a Sofía.

—Cámbiala pero no vamos a ningún lado. —como nena chica le doy un golpe al suelo con mi pie.

—¿Qué mierda te pasa? No es la primera vez que uso vestido y no se me ve nada.

—Es verdad, no es la primera vez. —esta enojado sin razón—. Pero como ahora eres MI MUJER me molesta.

—Ooshhh, a ver... —me paro frente a él con los brazos abiertos—. ¿Qué te molesta?.

—Que todos miren y deseen lo que es mío. —por ahí venia la cosa entonces, me subo a horcajadas en él y mira para otro lado.

—¿No me digas que estas celoso?. —me quiere correr pero no lo hago—. No lo tienes que estar.

—Es fácil para tí decirlo pero no ves como todos te miran y quieren llevarte a la cama.

—Para mi tampoco es fácil porque te dan las mismas miradas. —lo beso con calma—. Que miren lo que quieran, el único que me puede llevar a la cama eres tu, nadie mas.

—Cámbiate Lili... Por favor.

—Ya dije que no... Ahora vamos que ya es tarde.

—Al que te mire le rompo la cara.

—Si, lo que digas.

Voy al cuarto de Sofía con él atrás mío, le digo que prepare el bolso mientras cambio a la nena así ayuda de algo no solo que este de espectador, le compré un vestido para hoy y le queda re lindo, la hace ver muy tierna y dulce, como es invierno le pongo unos cancanes blancos, el tapado y ya terminamos.

Todo el camino va jodiendo con lo del vestido, hasta hace que me plantee que de verdad es corto haciendo que me sienta mal de estar con algo tan corto aunque sé que las cosas que dice es para hacerme sentir como me estoy sintiendo y no use mas cosas cortas. Llegamos donde sus abuelos y veo muchísimos autos, mas de los que hay cuando hacen asado para todos.

—Te ves mas lindo así. —le aflojo unos botones de la camisa.

—Siempre soy lindo.

—Creído. —cuando salgo del auto me tiembla todo—. Aayyy Jesús... Que frío.

—Sí estas en pelotas que no vas a tener frío. —ajusto mi tapado y me abraza con fuerza—. No tengo drama en volver a la casa para que te cambies.

—Estas loco... Dale saca a la nena así entramos.

—Te juro que esta me la vas a pagar. —baja a Sofia del auto envolviéndola enseguida con una manta—. Venga mi princesa ¿Viste que nunca me vas hacer enojar como lo hace mami?. —caminamos atrás de la casa, ahí hay una carpa enorme con puerta, ruego a Dios que no este frío ahí dentro—. Te dije que te iban a mirar.

—Bueno afloja la mano que me duele —afloja el agarre en mi cintura pero no deja de ser firme, un poco mas y me lleva a upa el pesado.

—Vamos con mis hermanos. —todos saludan sonriendo y ahí nos sentamos a comer donde llegamos medio tarde, me giro cuando me tocan la pierna y es cami.

—¿Qué pasa?.

—¿Me acompañas al baño?.

—Si, depaso cambio a la nena que se hizo. —me quiero parar pero Julián me agarra del brazo volviendo a sentarme—. ¿Qué?.

—No vayas. —todos en la mesa nos miran.

—Estoy que me meo.

—Yo voy contigo.

—¿Estas loco? Voy con tu hija y hermana, ¿qué piensas que voy a hacer?. —esta enojado y se le re nota.

—Si tardas mucho te voy a buscar y me importa una mierda que te enojes.

—Tranquilo, volvemos enseguida. —dice Cami pero con burla.

Volvemos a la mesa enseguida porque Hardy dice unas palabras y las dos queremos oírlo, después ponen música para poder bailar un poco. Me paro a bailar con las chicas y con Sofía pero no hago nada, es mas mover a la nena así se divierte y no se pone mañosa por el cambio de horario de dormir y por estar en un ambiente en el cual no está nada acostumbrada, cuando comienza a hacer mañas me voy a sentar para darle la mamadera.

—¿Ya terminaste de mover el culo para hacerme enojar?. —no lo puedo creer, esta enfermo este hombre.

—No, la hago dormir y vuelvo a mover el culo para hacerte enojar.

—No estoy para boludeces, estoy hablando en serio.

—Basta Julián. —apoyo mi cabeza en su hombro suspirando—. No quiero pelear mas por eso... ¿Cuando la nena se duerma bailamos?.

—No quiero. —no digo nada hasta que la nena se duerme.

—¿Juli? ¿Vas a buscar el carro por fa?.

—No.

—¡Aayyy dale!. —se cruza de brazos sacándome de mis casillas—. Bueno, voy yo.

—Ahora lo traigo. —lo estoy esperando cuando un pibe se sienta al lado mío, familiar de Julián no es.

—¡Hola!.

—Hola.

—¿Quieres bailar?.

—No. —ni lo miro, si Julián me ve se va a enojar.

—Daleeee... No seas así.

—¿No ves? Estoy con la nena.

—No seas ortiva... Te estuve mirando desde que llegaste. —me giro enojada.

—Si me estuviste mirando seguro te diste cuenta de que estoy con mi marido.

—¿Y dónde está? Yo no veo a nadie.

—¿A quién no ves?. —me recorre un frío intenso por todo el cuerpo cuando se para frente a nosotros—. ¿Lili? ¿A quién busca este?.

—No tengo idea. —pongo a la nena en el carro y le saco los zapatitos para taparla—. Llegó y se sentó.

—La estaba invitando a bailar, ¿y tu quién eres?. —me muerdo los labios para no reír de lo atrevido que es.

—Soy el que te va a romper la cara si no te vas.

—Yo que tú no la pierdo de vista amigo, ¡esta muy buena!. —se quiere ir pero Julián lo agarra del cuello.

—¿Qué dijiste pendejo de mierda?. —y ahí le mete una trompada tirándolo al suelo.

Llegan sus hermanos y a la fuerza se lo llevan afuera de lo loco que se pone, le encargo a Cele la nena y salgo para ver si se calma pero está vuelto loco, el muchacho se ha asustado terriblemente porque Julián era enorme al lado de él y se ve aterrador enojado, los chicos le dicen que se calme pero nada funciona, parece que se pone peor.

Cuando me ve se queda quieto hasta que le digo que me siga, entro a la casa y voy al baño el cual uso siempre que venimos, dejo la puerta abierta así cuando él entre la traba, lo miro mientras le voy sacando la camisa, no pone resistencia en nada pero si respira fuerte haciendo que el pecho se le infle mucho, le sigue mi vestido y zapatos, respira hondo y con fuerza me alza apoyándome en el lava manos.

—¿Te gustó el pendejo ese?.

—Eres el único que me importa Julián, nadie mas. —le desabrocho el pantalón desesperada liberando su m*****o mientras lo acaricio—. Te necesito Juli.

—Di que eres mía... Lo necesito, necesito que digas que eres mía...

—Soy tuya Julián... Toda tuya. —me besa tan fuerte que me tengo que agarrar fuerte de su espalda.

—Mía. —me hace a un lado la bombacha y con su pene recorre mi intimidad sedienta de él—. Toda mía.

—Aaaagggg. —me besa los pechos con fuerza pero me esta gustando.

—Pídemelo... Pide que te haga mía Lili. —sé que después me voy arrepentir de esto.

—Hazme tuya Julián por favor. —entra de un solo golpe haciéndome gritar de gusto.

—Solo mía. —empieza a bombear mientras me agarra fuerte de las caderas—. Voy a hacer que no se te olvide.

—Nunca se me olvida. —sonríe cuando se lo digo, está siendo bruto pero no es doloroso, estoy tan necesitada que no me importa que después me queden marcas en los muslos—. Ah ah ah ah mas rapi...dogggg.

—Aag aagg, ya no aguanto. —jadea en mi cuello y empuja como loco, siento su transpiración en todo el cuerpo.

—Ooohhhgggg. —lo aprieto mas fuerte—. Juliannnn.

—Si nena. —nos venimos juntos y es espectacular lo que mi cuerpo siente, sigue empujando pero sin salir de mi interior, mi cuerpo tiembla por el maravilloso orgasmo que me dio, me agarra la cara acercándose bien—. Mía... Sólo mía.

—Si... Sólo tuya.

Se ríe porque cuando me paro me tiemblan las piernas y medio que las tengo acalambradas, una vez cambiados volvemos a la fiesta, está mucho más calmado que hasta parece que nunca estuvo sacado ni enojado como lo estaba hace quince minutos atrás.

Me invita a bailar y toda su familia se sorprende por eso ya que no es de bailar, no me deja ir al baño si no voy con él y cuando nos sentamos me tengo que sentar arriba de él.

Bailamos toda la noche, hasta fuimos los últimos en la pista, casi y que nos sacan a patadas porque encendieron las luces y nosotros seguíamos divirtiéndonos y como ya era muy tarde nos tuvimos que quedar a dormir donde sus abuelos porque insistieron en que no maneje sin haber dormido.

—Lili. —siento su boca suave en mi cuello.

—¿Qué?. —abro los ojos y la nena me mira riendo—. Hola corazón.

—Mamá. —Julián me aprieta un pecho.

—¿Cuándo me vas a saludar así?.

—Cuando me dez motivos para hacerlo.

—¿Cómo motivos?. —lo miro cuando habla exagerado—. ¿No te doy duro todas las noches?.

—¡Que idiota!. —le doy un golpe en la panza y solo se ríe—. ¿Para qué me despertaste?.

—Seba quiere hablar con nosotros. —me estiro en la cama para sacarme lo perezosa y me mira mordiéndose los labios.

—No mires así asqueroso.

—¿Porqué asqueroso?. —me da una nalgada y salto del ardor ya que al estar usando su camisa para dormir mis nalgas quedan expuestas.

—Idiota... Aaaggggg me ardió. —cuando salgo me pongo el vestido—. ¿Cuando viene Seba?.

—Ahí lo llamo. —sale y vuelven cuando estoy preparando a la nena—. Lili.

—Hola. —miro a la chica que esta re nerviosa, no la conocía, realmente la vi en la fiesta pero no habló nada—. Hola, soy Lili.

—Leila. —dice tímida.

—Acá estamos ¿Qué pasa?. —Julián se termina de abrocharse la camisa.

—Yo... —Seba la mira y después a nosotros—. Vamos a ser papás.

—¿Qué?. —me sale un grito pero de la emoción—. Aaaaa.. —los abrazo casi saltando—. ¡Que lindo!.

—¿Eres idiota o qué?. —los tres miramos a Julián por como habló—. ¿Pero en qué mierda estas pensando?.

—¡Julián!. —digo sin creer.

—Julián nada... ¿Qué van a hacer con una criatura?.

—Basta. —la chica comienza a llorar—. No le digas eso.

—¿Y qué le voy a decir?.

—Si te lo contaron es por algo... Un bebé siempre es felicidad Julián no importa lo que este por venir.

—No te metas. —levanto las cejas y traga duro—. Son muy jóvenes Lili.

—Bueno... Ahora van a madurar porque el bebito va a llegar le guste a quien le guste.

—Esta bien... Esta bien tienes razón. —abraza a Seba golpeando su espalda—. No quise reaccionar así, sabes que para lo que necesites puedes contar conmigo.

—Gracias. —esta muy asustado—. Tengo miedo de decirle a la mamá.

—Tranquilo... Como dijo Lili, al que le guste bien y al que no también.

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