Julián.
Estoy toda la mañana pensando en Lili, a estado muy rara y eso me tiene muy preocupado realmente, es como que todo llama mi atención, ¿será que no esta bien conmigo y la estoy presionando por eso tiene esos efectos con el cuerpo porque no se anima a decirme nada?, eso me pone peor, salgo apurado de la empresa porque no me gusta que este esperándome, llego a la universidad y esta parada mirando a la nada.
—Lili. —sonríe viniendo hacia el auto.
—No te vi llegar donde no reconocí el auto. —se sube y no me mira.
—¿No me vas a dar un beso?. —se inclina y me besa—. ¿Qué pasa?.
—Nada... Estoy descompuesta todavia.
—Ya te dije que vayamos al medico. —salgo de la universidad y la veo que juega con sus manos nerviosa—. ¿Qué te pasa?.
—¿Podemos pasar a una farmacia?.
—¿Qué vas a comprar? No quiero que tomes algo que después te vaya a hacer peor.
—Quiero comprar un tes de embarazo.
Quedo de piedra con lo que dice, ya ninguno habla en todo el camino, mi cuerpo tiembla al recordar lo que dijo, ¿puede ser que este embarazada?.
Llegamos a una farmacia y quedamos dentro sin hacer nada, pasan unos minutos y ahí se baja, voy atrás para estar pendiente de lo que hace, saca un número y así la llaman.
—¿86?.
—Acá. —le da el número al hombre que la mira sonriendo.
—¿En qué te puedo ayudar?. —paso un brazo por su cintura dándole apoyo porque parece que se va ahogar.
—Un tés de embarazo por favor. —su sonrisa se borra y nos mira simultáneamente.
—¿Alguno en especial?.
—No tengo idea ¿Me podría dar dos de diferente marca?.
—Claro... Ya vengo. —lo vemos ir a unos estantes que hay detrás, a los minutos vuelve con dos cajas en las manos—. Te recomiendo estos dos, mi señora los usó en el último embarazo.
—Esta bien.
—Primero hazte este. —toca la caja sonriendo—. Y después este por si tienes dudas.
—¿Cuánto es?. —el hombre pasa las cajas por el escáner y cuando Lili saca plata de su bolsillo me adelanto.
—Yo p**o. —agarra la bolsa y sale sin esperarme.
—Que el resultado que dé sean felices.
—Gracias.
Cuando subo al auto tiene las cajas en las manos mientras lee las instrucciones ya que por lógica es la primera vez que se hace uno, manejo a la casa pensando en la posibilidad de que esté embarazada, pienso y pienso en qué momento fue en que pasó, no desconfío de ella pero necesito hacerme a la idea y tiempo para no ponerme loco de los nervios.
Cuando llegamos las guarda en la mochila y baja, entro a la casa viendo a María bajar las escaleras.
—Voy a subir.
—Ahí voy. —sube corriendo y me trago las ganas de decirle que no lo haga porque si está embarazada puede ser riesgoso.
—¿Esta todo bien?. —miro a María con duda—. Están raros los dos ¿Están peleados?.
—No... Lili sigue descompuesta. —hace una mueca y decido subir—. Me voy a cambiar.
—Si... Sofía está dormida, ya comió y se estaba durmiendo en la silla.
—Gracias. —subo corriendo, cuando entro al cuarto esta en la cama—. Me voy a cambiar la ropa porque no soporto el traje.
—Si ve. —me saco la ropa para poder ponerme algo suelto, cuando vuelvo al cuarto no está.
—¿Estas ahí Lili?. —golpeo la puerta del baño.
—Si.
—¿Puedo entrar?.
—Si. —cuando entro esta sentada en la tapa del inodoro con los tes en las manos.
—¿Ya te lo hiciste?.
—No... Te estaba esperando.
—Bien ¿Los hacemos?.
Me los pasa y me siento en un banquito frente a ella, se baja el pantalón junto con la bombacha, miro absolutamente todo, no quiero perder detalle en nada porque si es así quiero estar en todo.
Después de hacerlos los deja en la mesada, se lava las manos y se vuelve a sentar en la tapa del inodoro en silencio.
—¿Falta mucho?. —digo ansioso.
—Uno es enseguida y al otro le falta un minuto.
—¿Esperamos?.
—Si quieres puedes verlo primero. —agarra uno y me lo da.
—¿No quieres saber que dice?.
—Tu estas mas ansioso. —lo agarro y miro intentando de entender—. ¿Y?.
—No entiendo una mierda. —la miro fijo—. ¿Qué significan dos rayitas?.
—No puede ser. —me lo saca de las manos y lo mira—. Carajo... Noooo. —agarra el otro comenzando a llorar—. ¡Porqué maldita sea!.
—¿Qué pasa?. —le saco el otro de las manos y tiene un signo de mas—. ¿Y este?.
—Dieron positivo los dos. —se tapa la cara gimiendo—. Mierda... Mierda... Mierda... ¿Qué voy a hacer?.
—¿Lili qué pasa?. —digo sin creer su reacción.
—No quiero un bebé, ¿Qué mas me va a pasar Julián?. —se para y da vueltas por el baño—. CON UN CARAJOOOOO.
—Lili espera. —me paro haciendo que me mire llorando—. ¿Cómo fue que pasó? No entiendo, si yo me cuidaba.
—Es tuyo Julián no intentes hacerte el idiota. —respira con fuerza—. Una vez... Una puta vez lo hicimos sin cuidarnos y tenia que ser justo para embarazarme. —la miro con miedo y enojo.
—¿No estarás pensando en matar a mi hijo no?. —abre gigante los ojos—. No te lo voy a permitir.
—¡Qué dices!. —la agarro de un brazo sacudiendola un poco.
—Si no lo quieres esperas a que nazca y después haces lo que quieras.
—Es mi bebé también. —me da un golpe en el hombro enojada—. ¿Qué dices Julián? ¡estas loco!.
Sale azotando la puerta con fuerza, me quedo en el lugar procesando la noticia, me giro y agarro los tes, los miro sonriendo ya que mi felicidad es grande al saber que voy a tener otro hijo con la mujer que amo, guardo los tes en una cajita y la voy a buscar, voy directo a su antigua habitación sabiendo que se encierra ahí cuando quiere espacio, entro despacio y la veo que está tirada boca abajo en la cama y su cuerpo tiembla a causa del llanto incontrolable que tiene, me acuesto al lado de ella y acaricio su espalda.
—Lili nena perdón.
—¿De verdad tienes esa imagen de mi?. —me mira y su mirada es de dolor—. ¿De verdad me crees tan hija de puta para abortar?.
—Es que pensé eso por tu reacción.
—¿Y qué esperabas que hiciera? ¿Que me ponga a saltar y haga una fiesta?. —hace puchero y me siento un idiota—. Esto lo cambia todo Julián... Absolutamente todo... Se va a ir todo a la mierda. —tapa su cara gimiendo—. Puta madre Julián... ¿Cómo no nos cuidamos?.
—Ya Lili cálmate. —niega y la abrazo—. Un bebé no es malo nena... Vas a ver que después te vas a arrepentir por esto.
—Ya lo sé... No estoy enojada con el bebé sino conmigo misma. —se gira poniéndose de costado—. ¿Que le voy a dar una criatura Julián? Mi vida es una mierda.
—Ya Lili, basta. —beso sus labios calmandola—. Vas a darle el mismo amor que le das a Sofía... Vas a ser la misma mamá que eres para ella... Eres una mujer maravillosa que va a poder.
—Ooooh Dios mío. —esconde su cara en mi pecho—. Tengo miedo.
—Yo estoy acá no te voy a dejar sola... Cálmate por favor.
La aprieto en mis brazos hasta que se calma y duerme, llevo mi mano a su vientre sonriendo feliz al saber que un hijo mío está dentro de ella. Me empiezo a imaginarla con su vientre abultado, después cargando a mi hijo, dándole pecho, me imagino una vida entera en dos segundos.
Se despierta y corre al baño, la sigo y veo como sufre al vomitar, me quedo ahí corriendole el pelo y poniéndole toallas frías en el cuello hasta que pasa todo, la alzo del suelo porque no tiene nada de fuerzas y lavo su cara, tiene los ojos cerrados pero igual caen lágrimas porque está sufriendo con los síntomas.
—Tengo hambre. —dice gimiendo mientras se apoya en mi cuerpo.
—¿Qué quieres comer?. —la llevo a la cama para que se siente.
—Me comería el mundo. —hato su pelo para que no se sienta ahogada.
—¿Quieres que le diga a María que prepare algo?. —me agacho delante de ella y recién ahí me mira.
—No, ¿Te puedo pedir un favor?. —asiento enseguida—. No le digas a nadie... Espera a que estemos seguros.
—Yo lo estoy. —pongo mis manos en su vientre.
—Sabes que tengo razón.
—Yo estoy seguro Lili. —bajo la cabeza a su vientre y le doy un beso—. Mi hijo esta acá.
—Fuiste un idiota en decir que no sabias como pasó.
—Jamás dude de ti.
—Si lo hiciste... Eso fue lo que mas me dolió.
—Perdóname si sonó así... Estaba en shock igual que tú y estaba intentando de recordar en qué momento había sido ya que nunca me dejas ni rosarte sin un preservativo.
—Fue en el cumpleaños de tu papá.
—Si... Ya lo sé, lo recordé.
—Vamos por la nena que ya es hora de que coma.
La miro moverse por toda la cocina preparando sopa, me siento muy mal al ver que su cara de amargura la embarga.
Le da la comida a Sofía y ella a penas la probó la sopa porque comenzó con arcadas, deja todo limpio y subimos para dormir, en medio de la noche me desperté y la sentí llorar, ojala cambié de idea y no siga así.
*****
Lili.
—Hola... Clínica Mowbiliaski ¿en qué lo puedo ayudar?.
—Hola si... Eemmm. —miro el papel en mis manos que tiene el número de la clínica que me dejó Julián para que llame—. Necesito turno para algún ginecólogo por favor.
—Tengo libre para dentro de dos semanas recién.
—¿Tanto? ¿No hay ningún sobre turno?.
—Lo siento señora pero está todo ocupado para todos los especialistas ¿La anoto?.
—No, está bien... Gracias igual.
—Bien, que tenga un lindo día.
—Igualmente.
Miro y miro el papel que me dejó Julián para que llame a la clínica, miro la hora y son las ocho de la mañana, Julián acaba de irse y no tengo idea de que hacer respecto a mi vida. Me levanto de la cama y me pongo ropa abrigada, voy por la nena y hago lo mismo, al final decido ir al hospital publico porque esto no se puede retrasar ni esperar mas ya que dió positivo el tes y debo controlarme lo antes posible, sé que a Julián no le va a gustar nada que vaya al hospital publico pero no queda de otra.
—Disculpe. —le toco el hombro a una señora—. ¿Cómo es para sacar turno?.
—Vas donde ese hombre y él te da un número y después van llamando.
—Gracias... Hace tiempo que no vengo y pensé que había cambiado.
—Sigue todo igual. —dice riendo pero lo dice de forma ironica.
—Gracias. —hago una pequeña fila para sacar el número.
—¿Para qué buscas?. —lo miro dudando.
—Para alguna ginecóloga. —mira una lista y me da un número.
—Mira el cartel y ahí sale el número.
—Bien. —me siento sentando a Sofia en mis piernas—. ¿Quieres una galletita?. —esta apoyada en mi pecho media enojada donde la levanté temprano.
—Zi. —abro el bolso como puedo y saco.
—¿Quieres?. —le digo a una nena que me mira—. Toma.
—Gracias. —le doy varias y Sofía la mira, aparece mi número y voy.
—Hola. —la señora agarra mi documento sin decir nada.
—Mañana a las once con la doctora Villagrán.
—Gracias.
Me voy de ahí con mi turno en la mano, miro afuera y analizo el que no voy a caminar hasta la casa con Sofía en brazos, mientras venia me arrepentí todo el camino por no haber traído el carrito y me llegué a las chapas con ella en brazos, subo a un taxi y me voy.
En la casa le hago una meme a la nena y un té para mi para ver si lo aguanto, voy al living para poner dibujos.
—Hola. —digo atendiendo mi celular.
—Hola... ¿Cómo estas? ¿Te sientes mal? ¿Volviste a vomitar?.
—Estoy bien. —digo riendo.
—No me mientas... Mejor voy para allá para que no estés sola.
—Estoy bien en serio... Estoy tomando un té y sorprendentemente no me esta cayendo mal.
—¿Has comido algo?. —parece preocupado realmente.
—Unas galletitas de agua.
—Vamos a tener que ir al médico nena... Odio verte así.
—Las galletitas están buenas aunque no lo creas.
—Mi bebé te está haciendo pasar un mal momento.
—Mañana tengo turno para el medico.
—No hagas eso Lili. —muerdo mis labios—. No intentes negarlo.
—No lo niego Julián... No me hago a la idea ten paciencia.
—Esta bien.
.......................
—Dale Lili que vamos tarde.
—Listo. —salgo del baño ya lista—. ¿La nena ya esta?.
—Solo faltabas tú. —vamos al auto y no sé como decirle lo del turno—. ¿Traes el documento?.
—Si. —me friego las manos nerviosa—. Tenemos que ir al hospital público.
—¿Qué?. —frena de golpe medio que asustandome—. Tienes obra social Lili ¿porqué vamos a ir allá?.
—Llamé al número que me diste y no tenían lugar hasta dentro de dos semana entonces decidí ir y...
—¿Fuiste hasta allá?. —lo dice como si fuera algo malo.
—Y si... No hay otra forma de sacar turno.
Niega enojado y arranca, va refunfuñando pero por mas que reniegue no hay vuelta atrás ya tengo turno y debemos aprovecharlo.
Cuando estaciona me bajo enseguida para poder bajar a la nena, cuando la saco de su silla viene él sin decir nada y me la saca de mis brazos.
—Ey. —digo mirándolo.
—No la vas a cargar. —negando camino a la entrada, como si fuera un milagro veo que hay unas sillas vacías.
—Vamos a sentarnos. —pone una mano en mi pierna y cruzo mi brazo por debajo de su brazo.
—¿Torres Lilia...Na?. —temblando levanto la mirada y lo veo en la puerta.
—¿Qué carajo?. —dice Julián igual de sorprendido que yo.
—¿Lili?. —me paro y me mira de arriba abajo—. Por Dios. —riendo viene hacia mi y me abraza—. Pensé que nunca mas te iba a volver a ver hermosa.
—Bueno ya. —Julián lo empuja y me corre hacia atrás—. ¿Este es el medico?.
—No sé. —digo mas sorprendida que él.
—¿Vienes a controlarte?.
—Si... Pero pedí para una doctora.
—A ver. —le doy el papel donde dice que es doctora—. Pusieron doctora pero soy yo.
—Esta bien. —camino hacia el consultorio y Julián aprieta mi brazo—. Solo hagámosle una consulta.
—No voy a dejar que ese hijo de puta te ponga una mano encima. —asiento y entramos al consultorio, cuando entramos nos mira simultáneamente.
—¿A qué vienes?. —siento mucha vergüenza y no sé porque si solo me di un beso con él.
—Lili tiene un atraso. —bajo mi cabeza—. Se hizo dos tés y dieron positivo los dos.
—¿Es verdad?. —dice mirándome asombrado.
—Si.
—¿Él es el padre?. —asiento y tuerce la cabeza suspirando—. Yo no te puedo atender. —escribe en un papel y me lo da—. Ve donde sacaste turno y ahí te van a dar para una colega.
—No hace falta no nos vamos atender en este lugar.
—Espera. —me mira enojado.
—Ya te lo dije Lili. —dice apretando los dientes—. Nos vamos.
—Quiero algo para los vómitos por favor... No doy mas.
—Esta bien. —lo miro que su cara es rara.
—¿Hace cuánto que no tienes el período?.
—Me di cuenta hace unos días... Ni siquiera lo recuerdo. —niega y escribe en un papel.
—¿Con qué te cuidabas?.
—Con nada.
—¿Es una cargada?. —me siento estúpida y si que lo fui, era activa sexualmente y esperé en Julián—. No eres una nena como para no saber eso.
—Me cuidaba yo y tuvimos un desliz ahora... ¿Le vas a dar para los vómitos o no?. —Julián ya parece que va a dar vuelta la mesa.
—Pensé que eras inteligente. —me da el papel con la receta, Julián me da a la nena y se para.
—Nico para... No... Perdón. —digo lo único que se me ocurre.
—Tranquila. —abro la puerta y antes de salir vuelve hablar—. Cuando esté te deje tirada búscame... Total... —me mira de arriba abajo y eso me duele—. Abres fácil las piernas.
—Hijo de puta.
Salgo del consultorio y miro sin creer como están peleando, la gente se amontona y viene la policía de inmediato, rompieron todo adentro de lo loco que están, tiran a Julián al suelo boca abajo y aprietan su cabeza porque se quiere parar y a Nico lo tienen adentro apoyado contra la pared. Le ruego al policía que lo deje, y dudando lo hace, cuando se para me agarra con fuerza del brazo y salimos, maneja unas cuadras y frena de golpe.
—Bájate. —sin decir ni una palabra lo hago, me quedo mirando hasta que ya no veo el auto, al final decido volver al hospital.
—Hola. —le doy la receta a la chica.
—¿Me das tu documento?. —se lo paso y mira las pastillas—. Bien... ¿Sabes tomarlas? ¿Te lo dijo el medico?.
—No, no me dijo nada.
—Bueno... Toma una cada seis horas, al principio vas a estar igual pero mañana ya vas a estar mejor.
—Gracias. —las guardo en mi bolso mientras salgo, me tomo un taxi y vuelvo a la casa.
—Lili... ¿Qué pasó?. —dice María que viene corriendo con la nena en brazos.
—¿Con qué?. —se la saco y camino a las escaleras.
—Julián llegó como loco y estaba lastimado. —miro para otro lado.
—Ya puedes ir a tu casa María... Ya no hace falta que te quedes yo me encargo.
—¿Segura?.
—Si. —le sonrío para que no se preocupe—. Ve a descansar por favor.
Voy a mi habitación y dejo a la nena en el suelo con unos peluches, después voy al cuarto de Julián y saco todas mis cosas para guardarlas en mi placar.
Bajo para darle de comer a Sofía y tomar la pastilla, estoy lavando los platos cundo lo veo subir corriendo las escaleras, agarro a la nena para poder ir a dormir algo ya que siento el cuerpo muy cansado, tanto que hasta me cuesta subir las escaleras y eso ya es el colmo, espero las pastillas hagan efecto enseguida porque juro que no puedo más, nunca me habia sentido de está forma, y lo que menos quiero es descuidar a la nena por mi agotamiento, encima ahora hasta pensar me marea así que debo estar bien para poder estar pendiente para ella.
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