Al día siguiente: 19 de mayo
Dejar a mi pequeña con Lara para poder venir a trabajar no ha sido nada fácil, pero sé perfectamente que necesito ese dinero para poder sacarla adelante, y no estoy dispuesta a desaprovechar esta oportunidad que ha aparecido en mi vida. Camino por los pasillos de la empresa para después llegar al piso que me han indicado que viniera, y en la recepción del piso 14 me encuentro con el hombre que me entrevisto ayer.
—Señorita Gagnier, que gusto verla por aquí— Me saluda amable.
Sonrió y hago un leve gesto con mi cabeza —Gracias señor Schulte— Pronuncio y por alguna razón que desconozco sonríe ampliamente.
—Me sorprende gratamente que sepa pronunciar mi apellido, pero puede llamarme Mykel y también puede tutearme— Me informa y asiento levemente.
—En ese caso tú también puedes tutearme Mykel— Respondo un poco más relajada.
—Perfecto, entonces ven conmigo, iremos al departamento creativo, allí es donde trabajaras y también donde están los foros de fotografía— Explica mientras le entrega un folder a una mujer que estaba con él y luego empieza a caminar.
—Suena bien— Me limito a responderle mientras sigo sus pasos hasta que subimos al elevador y él presiona el numero 15. El silencio se me hace tan incomodo que no puedo más que mirar al suelo, pero también sé que una actitud tímida no me ayudara en este trabajo, por ende, lo miro a la cara —¿Hace mucho que trabajas en la revista?— Me atrevo a cuestionar con la única intención de romper el silencio.
Mykel esboza una media sonrisa que no comprendo —Digamos que toda la vida— Responde con un toque de misterio e inmediatamente entrecierro mis ojos.
—¿Cómo? No entiendo— Admito y las puertas del elevador se abren para que salgamos a un piso que no se parece en nada al resto del edificio.
El espacio es completamente abierto, las oficinas privadas no existen, tan solo hay estaciones de trabajo en diferentes áreas y luego una pared divide una gran parte de este piso —Soy el hijo del dueño de la revista— Explica finalmente y lo miro tratando de averiguar si lo que me dijo ha sido una broma o no —Pasando aquella puerta que vez al fondo, están todos los foros de fotografía y grabación— Continúa diciendo como si nada.
—No sabía que eras el hijo del dueño— Murmuro ya un poco más nerviosa y sonríe.
—No me tienes que tratar de manera diferente por ello, para ti soy tu supervisor de trabajo, así que todo debe seguir normal— Expone mientras caminamos —Todos los que están aquí trabajan en la parte gráfica y virtual de la revista. De a poco los iras conociendo, puedes trabajar en cualquier computadora que este libre, y escoger la cámara fotográfica que quieras— Comenta mientras abre la puerta que da al área de los foros fotográficos y me quedo sorprendida al ver la cantidad de cámaras, memorias, y demás herramientas.
—¡Guau!— Es lo único que consigo decir.
—Puedes utilizar lo que gustes— Reitera —Te encargaras de las fotografías relacionadas a la sección de maquillaje, eso incluye publicidades, notas, y todo eso—
—Perfecto— Afirmo.
—Te llegaran formularios donde se te explicara el trabajo que debes hacer, lo llamamos ordenes de trabajo. En cada una de ellas estará el nombre del modelo, si es que hay alguno, o del producto, o ambos. Todo estará muy detallado, así que con eso tendrás una mejor idea de lo que debes hacer— Me cuenta.
—Suena bien— Me limito a decir mientras observó como los diferentes fotógrafos hacen su trabajo.
—Si debes hacer sesiones afuera de la empresa, o incluso afuera de la ciudad te informaremos con anticipación para que puedas prepararte— Continua y esto me alarma un poco.
—¿Afuera de la ciudad?— Averiguo y es que, hasta hace poco tiempo, esto no hubiese sido un problema, pero ahora con Mali en mi vida tengo que pensar en muchas cosas, entre ella quien puede cuidarla, o si la puedo llevar.
—Si, muchas veces tocara viajar a Paris o Italia, ¿hay algún problema con eso?— Pregunta y es aquí donde debo empezar a tomar decisiones como madre.
Jamás pensé que me vería obligada a pensar de esta manera con ni siquiera 20 años. No puedo entender como mi vida se ha transformado de esta manera. Me mantuve alejada del amor, jamás tuve relaciones con nadie, y así todo mi vida se arruino por aquella noche que es un caos en mi cabeza —No, no hay ningún problema— Miento haciendo mi mejor esfuerzo por mantenerme fuerte a pesar del caos emocional que siento por dentro.
Respiro profundo, intento concentrarme en lo que él me enseña, pero de repente una mujer de cabello rubio, ojos azules, y cuerpo escultural vestida en lencería y tacones, se acerca a nosotros, o mejor dicho a él —Hola amore— Dice sonriente y pasa sus brazos por encima de los hombros de Mykel para después besarlo como si yo no estuviera aquí.
—Tam… no es el momento— Le dice él y ella sonríe sobre sus labios.
—Te echaba de menos, ¿tú no?— Inquiere.
—Claro que si mi amor, pero estoy trabajando, y tú también— Explica y ella da dos paso hacia atrás para luego dar una vuelta mostrándole cada detalle de su cuerpo.
—¿Te gusta? ¿Qué dices lo uso esta noche en casa?— Le propone y hasta yo me siento incomoda.
—Luego lo hablamos, ahora estoy trabajando— Le dice serio —Te presento a la nueva fotógrafa, Nahia Gagnier— Dice él en un tono más profesional y ella me mira de pies a cabeza.
—¿Esta niñita es la nueva fotógrafa? ¿No es muy joven?— Pregunta y me quedo callada.
—Nahia tiene mucha experiencia, ha viajado por muchas partes del mundo, así que su trabajo en la empresa será genial— Me defiende Mykel.
—Gracias señor— Digo manteniendo las formas una vez más.
—Bueno, me voy a continuar con la sesión, luego nos vemos en tu casa— Dice ella y sin más rodeos se da la vuelta para marcharse.
—Discúlpala, es bastante celosa y hace eso con cualquier persona que este cerca— Se disculpa y sonrió.
—No te preocupes, lo entiendo perfectamente— Me limito a decirle y luego de este pequeño episodio, él continúa mostrándome las instalaciones de la revista.