De esa manera, exhaustos y saciados, se quedaron abrazados por un momento. Gideón caminó hacia el agua tibia, sumergiendo a Serenity ahí con cuidado mientras él, todavía respirando con dificultad, fue a buscar los jabones y esponjas para comenzar a asearse de forma oficial. Estirando su cuerpo, sintiéndose relajado luego de hacer el amor con su diosa, Gideón entró al agua tibia donde Serenity se sumergió hasta la cabeza y luego salió, viendo cómo su amado se acercaba a ella con una mirada cargada de adoración. En ese instante, sus miradas se encontraron en un gesto de complicidad y amor. —¿Cuánto tiempo duramos haciéndolo...? —preguntó Serenity con voz suave mientras nadaba cerca de Gideón, quien se acercó a ella y la sujetó por la cintura bajo el agua con sus fuertes brazos. La atrajo ha