El beso arrebatador de Gideón dejó a Serenity tambaleándose, sus piernas amenazaban con flaquear bajo el remolino de emociones que la asaltaban. Una mezcla de atracción y temor se amontonaban en su interior, creando una espiral de incertidumbre. A pesar de la innegable atracción que sentía hacia aquel imponente rey lobo, no podía evitar que el miedo se clavara como una espina en su corazón ante lo desconocido que representaba. La idea de ese matrimonio que él tenía planeado la aterrorizaba, ¿acaso no había escapado de las garras de un esposo opresor solo para caer en las manos de otro que podría ser aún más terrible? Sus ojos se posaron en Gideón, quien conversaba en su idioma con esa mujer de aspecto fiero. Ella era alta, de piel bronceada por el sol abrasador de Zythos, con un cuerpo mu