–Maggie, ya casi está lista la cena –avisó Madeleine cuando entre a la cocina. Dewey está entretenido intentando tomar un poco de comida mientras Madeleine se distrae, siempre lo hace hasta que ella lo termina sacando de la cocina. –Hola chicos. –Uno para ti –mencionó Dewey al darme una copa de vino –. Te traje tu favorito. –Es nuestra noche libre y no hay excusa –sentenció Madeleine. –Ninguna excusa como ir a trabajar mañana temprano –mencioné llevando la copa a mi boca. –Te tomas un café y listo. –Lo dice el chico de veinte –aclaré –. Además, creo que veré mañana a Aleks. Dewey comenzó a toser escupiendo su cerveza cuando me escuchó, Madeleine se dio la vuelta para verme como si estuviera alucinando. –¿Hablas en serio? –No lo sé. Ella sirvió la comida muy rápido a par