Un hombre capaz de destruir todo por mí.

1489 Words
Al día siguiente las noticias no dejaban de hablar de ese hombre que es un criminal. Apagué el televisor antes de irme a la universidad, mis padres no llegaron a dormir, no sé por qué, seguro han de andar de luna de miel. Bueno, a quien le importa. Hoy tengo que ir a comprar otro teléfono saliendo de la universidad. Cuando llegué mi amiga no estaba en la puerta con Daisy como siempre, “Te extraño Rachel” suspiré y comencé a caminar a lo que sería mi realidad el día de hoy. Era viernes día de hacer el himno, todos estaban en la explanada principal. –Hola a todos– Denisse y su séquito de víboras subieron y tomaron posición del micrófono. La gente comenzó a amontonarse por qué la reina comenzaría a hablar, solo torcí los ojos y me fui al final de los presentes. –La universidad Alemán trae para ustedes el informe de la semana.– habló de nuevo la víbora mayor. –Denle un fuerte aplauso a la virginal, virgen María, ahí perdón confundí el nombre Mia Williams, ya que el día de ayer al fin se hizo mujer!– ¿Qué? Voltee a ver al idiota de Alan que comenzó a subir al escenario. –Así se hace cabrón– todos gritaban echándole porras. –Gracias, Mia cariño– todos voltearon a verme con unas sonrisas, mientras yo solo estaba parada, en verdad quiero escuchar la mierda que saldrá de la boca de Alan. –Todos denle un aplauso a Mia, así como la ven es una frívola en la cama, intenté de todo para que se moviera, pero fue tan aburrido entrar en ella, a la mejor ni virgen era porque estaba muy angosta.– todos comenzaron a reírse hasta yo. Caminé hasta llegar al escenario y tomé uno de los micrófonos. –Alan... Ja, ja, ja querido Alan mi amor, antes de llamar frívola a alguien, asegúrate de moverte rico, ya que no despiertas el deseo de nadie, segunda si me vas a llamar angosta y que no soy virgen, debería tu pene medir más de 10 centímetros y tú grosor debe ser aunque sea el de un pepino, pero es tan delgado como un cepillo de dientes, y tan pequeño como un grano de mostaza. –Cállate– se acercó a mí. –No te tengo miedo, chicas tengan cuidado de que Alan quiera meterles su mini Alan, no las harán sentir bien mejor, compren un consolador, y bueno a la única perra que le gusta que le den duro es Denisse, ya que Alan no sabe el significado del no quiero o detente, tengan cuidado puede ser un futuro violador en marcha.– le guiñe un ojo a Alan y le aventé el micrófono, comencé a bajar del escenario y todos se me quedaron viendo y empezaron a abrirme espacio para qué pasara. Las clases comenzaron, muchos que se encargan del bullying estudiantil comenzaron a dibujar a Denisse con cara de perro y a Alan dándole con su mini Alan, comenzaron a pasar hojas blancas que solo tenía escrito, esta hoja representa el pene de Alan, si no lo ven es por qué no existe. Parecían niños, pero el abusador terminó siendo abusado. –Mia– me habló mi profesor que es el tutor. –Dígame, en qué puedo ayudarlo– respondí y él se acercó más. –Mia, lo que pasa es que se abrirá un nuevo programa estudiantil nocturno y quisiera ver si podrías ayudarnos con las clases, te encargarás de los adultos que no han estudiado primaria y secundaria. –¿Quiere que sea maestra?– pregunté y él asintió. –Mia, eres una de las estudiantes con mejor promedio aparte de Rachel, así que piénsalo. Me quedé reflexionando en Rachel, digo que es mi mejor amiga cuando no es la realidad, ella apenas y me dirige la palabra, es ciega, pero es muy inteligente, a menudo llegó a contarle chistes y ella en ocasiones me habla, o se ríe de mis chistes malos, Alan solía decirme que soy una rogona, pero por lo menos sé reconocer una buena persona cuando la veo. El profesor quedó de darme unos días para reflexionarlo, así que dure varios días tratando de llegar a una respuesta. Las noticias cada vez eran más y más llamativas, se había declarado un código rojo por la fuga de ese criminal, después de las 8 de la noche ya no era permitido estar en la calle por qué dicen que pondrán multas a aquellas personas que violen las reglas. –¿Cuándo terminará todo esto?– le preguntó mi madre a mi padre, quien desde aquella noche llegó con un pie quebrado, lo tuvieron que enyesar para que se soldara de nuevo su hueso. –Espero que pronto– mencionó papá. Ellos se ven tan lindos y calmados… Cuando no estoy en casa. –Hola, ya llegó la hermosa y fantástica Mia Williams– sonreí mientras hacía mi presentación llamando la atención de mis padres, pero ellos no voltearon ni a verme. –Aquí es donde deben aplaudir– dije poniéndome frente al televisor. –Mia, muévete– pronunció papá. –Hola Mia ¿Qué tal tu escuela?– comencé a hablar.–Bien, bueno, no tanto, terminé con Alan hace unos días por qué intentó propasarse conmigo, y hoy me hizo quedar en ridículo frente a todos de nuevo.– –Mia ¿Terminaste con Alan? Ahora nadie va a quererte, ¿Cuándo vas a madurar?– preguntó mi madre. –El intento…– ahora era mi padre quien me interrumpió. –Ve a buscar a ese muchacho y discúlpate. – –¿Por qué me voy a disculpar? Fue él el que quería hacerme daño, no yo, no volveré a humillarme frente a él.– vi como mi padre tomó su celular y comenzó a llamar. –Alan hola, si soy yo tu suegro, oye Mia nos acaba de contar que… NO, NO TE PREOCUPES NO FUE TU CULPA… Si Mia es muy inmadura, ella quiere disculparse contigo… ¿Qué te golpeó?…– mi padre se me quedó viendo muy, pero muy mal. –Mia discúlpate– me estiró el teléfono y lo tomé, llevándolo a mi oído. –Alan… – hablé y las risas de Denisse y sus compinches resonaron de fondo. –Mia, discúlpate… O ¿Quieres que le diga a tu papá cómo te comportas? – mis padres no me dan miedo. –Alan me disculpo…– él comenzó a reír. –Me disculpo por ser tan idiota… Y no partirte las malditas mini bolas que te cargas, también lamento no haber terminado contigo antes, y bueno, ya que estás entre tus amigos, diré la verdadera razón por la cual no me quise acostar contigo, encontré tus estudios de laboratorio donde decía que tenías sida, ¿Fue Denisse quien te la pegó?– el silencio del otro lado de la línea fue sepulcral y yo sonreí cuando la llamada fue cortada. Obvio todo es falso, pero no soy de las que se dejan humillar. Ya era demasiado por un día. –Tu teléfono papi– le regresé el teléfono a mi padre que parecía en shock y corrí a mi cuarto, no quiero escuchar más que todo lo que hago es una vergüenza y que debí ser como mi hermana mayor, la que se casó y deja que el marido la muela a golpes. Qué estupidez, desde que vi que mi hermana no se alejaba de él y que seguía soportando y no solo eso, decía que él la golpeaba, por qué ella hacía cosas malas y que era la culpable, dije que nunca iba a permitir que un hombre me pusiera un dedo encima. Le mandé un correo a mi profesor diciéndole que aceptaba ser maestra. Algunos meses comenzaron a pasar, Rachel volvió al instituto, con una pancita muy bonita, decidí pegarme a ella, ya que muchos querían burlarse de que ese bebé de su vientre era del criminal que capturaron. Pero Rachel siempre demostró ser fuerte, lo sorprendente eran los guardias que se cargaba, eran como 10 veces mi estatura y grosor. Poco a poco nos comenzamos a conocer, le ayudé a captar algunas cosas que no entendía, ya que ella recobró la vista. Me gané tanto su confianza que comenzó a contarme algunas cosas de su vida. Su padrastro era un violador, me puse a llorar cuando me enteré desde que edad ella sufrió, me contó que el tal Damián, el enemigo público número 1 la sacó de ese dolor y me dijo que el bebé en su vientre es producto de su gran amor. Ella hablaba de una historia sacada de un cuento, ellos merecen ser felices, mi humilde opinión. Si antes envidiaba su vida ahora un poco más, también quiero una relación así, un hombre que sea capaz de destruir todo por mí.
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