Fue raro volver a mirar a Vlad a la cara, cuando me vio desnuda, me chupeteó y me toqueteó hasta hacer que me corriera, pero ambos, como los adultos que somos, nos comportamos como si no hubiera ocurrido nada del otro mundo. Yo ya no soy una niña. Tengo que madurar y no imaginarme todo un cuento de hadas con alguien con quien tenga un pequeño momento íntimo, porque si hubo un error que cometí con David fue ilusionarme con él y querer tener un noviazgo serio con él desde la primera noche en que nos besamos y toqueteamos. Fui yo la que puso a ese idiota en un pedestal, yo solita fui la que me hice ilusiones cuando él desde el principio me dejó claro que no quería tener un noviazgo, así que yo y yo solo fui la culpable de haber resultado lastimada. Gracias a mi terapeuta entendí eso, po