La Cervecera, aparte de funcionar como bar, también tiene una gran pista de baile para funcionar como discoteca. Era jueves, así que yo no esperaba ver mucha gente discotequeando esa noche, pero me llevé una gran sorpresa cuando Vlad y yo llegamos y vimos a una considerable cantidad de personas. Claro, estamos en Colombia, el país de la “sinvergÜencería”, en donde a la gente no le importa irse de fiesta una noche entre semana sabiendo que al día siguiente tiene que trabajar. Muchos hombres se me quedaron mirando apenas me adentré con Vlad en el bar, y es que claro, yo siempre llamo la atención en cualquier lugar en el que esté por mi rebelde melena, y tal vez, solo tal vez, esta noche también llamaba la atención por mostrar mis estilizadas piernas de ex bailarina de ballet. Nos sen