Zaynep había despertado muy temprano, el pajarito a quien cuidaba tenía hambre y la comida que le dio ayer con los pocos insectos que había encontrado en la noche, no fueron suficiente para Destino, como lo había bautizado porque para ella fue el destino quien los juntó. Lo guardó en una caja de zapatos que rellenó con algodón para que no le diera frío. - Volveré con comida. - dijo y fue a cambiarse. Un vestido blanco, algo viejo y de mangas largas para cubrir sus cicatrices en el brazo derecho. Se hizo una coleta baja, se puso su delantal y fue en busca de las sapatillas negras. Ya estaban algo gastadas, pero era las únicas que tenía, todas sus prendas y calzados Defne se lo quitó antes de ir a sus nuevas recamaras. La mujer tenía miedo de que sus finas ropas se gastaran y decidió qui