Primera hora del día y ya todos estaban trabajando. Mustafa se encontraba sentado en el que antes era el trono de Hamza, mientras que él lava sus pies. - Entre los dedos se esconde la mugre. - dijo Mustafa sin dejar de mirarlo. Hamza apretó sus dientes. Jamás imaginó lavarle los pies al criado de la familia, pensaba en lo bajo que había caído. Al terminar de lavar, tomó una toalla y los secó. - Muy bien. - habló Mustafa observando sus pies. Se puso las pantuflas y le dijo. - Calender te dará unas indicaciones, iremos a la empresa a negociar. - Si, señor Demir. - respondió el hombre aguantando su rabia. Mustafa notó eso y con una sonrisa burlona con la combinación de siniestra le dijo. - Mi buen señor, apenas estamos empezando. Tengo planes para ti y tu familia. - dejó de verlo y fu