Capitulo 11. llevar, ya eres mi esposa. El juego erótico culmino dejando a las parejas con la llama encendida, así que cada una pasaría a una habitación para limpiarse la pintura del cuerpo y zambullirse en una piscina termal privada, estas piscinas eran famosas porque muchas parejas las visitaban cuando estaban en busca de descendencia, decía por ahí una antigua leyenda que cuando una pareja compartía fluidos dentro de dichas piscinas lo más probable era que su futuro embarazo sea múltiple, era así como las habían nombrado como las piscinas melliceras de la isla, pero eso algunos de los presentes no lo sabían. Valentino y Robín estaban bastante excitados e incomodos por las caricias no intencionales que tuvieron que compartir anteriormente, y un baño frio era lo que ambos necesitaban,