CAPÍTULO 4

930 Words
ELEA KOCI Subimos al avión de Padre alejándonos del que fue mi hogar por mucho tiempo. Es la primera vez que subo a uno de estos aparatos así que siento que el estómago se me revuelve. -Elea llama a la azafata y que traigan unas pastillas para la migraña- Me levanto enseguida y me avergüenzo al ver como Enora se ríe por la forma en que camino. -estúpida- busco a la mujer y vuelvo a mi asiento. Recuesto mi cabeza en el asiento pensando en el lugar que vamos a vivir. Espero que mi habitación sea parecida a la que tenía. No espero algo mejor. El sueño me vence y me levanto de golpe al sentir como un líquido baña mi cuerpo. -levántate bastarda. Acabamos de aterrizar- Empaparon mi ropa. La única que tengo porque no me dejaron traer mucho equipaje. Padre dijo que era innecesario. -andando- subimos a un auto n/gro con vidrios polarizados. Me siento del lado de la ventana y por primera vez puedo apreciar como se ve el exterior. Se ve hermoso. No pude ir a la escuela porque Padre no pensó que era importante mi educación. Pero me las arreglaba para escuchar las clases privadas de Enora. Incluso algunos de sus maestros me ayudaron a mejorar mi lectura. Recibí muchos elogios y gracias a ellos pude tener algo de educación. Los autos se detienen. Una mansión incluso más grande nos espera. Bajo con ellos pero soy ignorada por el personal como siempre. Reciben a padre y de reojo puede apreciar el inmenso jardín que nos rodea. Cuántas flores. Cada una diferente a otra y estoy a un paso de acercarme y tocarlas. -Elea. Sígueme- Padre me llama y corro como un cachorro siguiendo a su dueño. Trato de seguirle el paso. Abre una puerta y terminamos en una habitación llena de libros, con decoraciones elegantes y con un gran escritorio en el centro. Seguro será su oficina. -toma asiento Elea- respiro profundo y muestro mi mejor sonrisa. –Cómo lo sabes eres mi hija. No pedí que nacieras pero fue inevitable- mi sonrisa pierde intensidad. Él siempre es así. No pasa nada. Me acomodo en mi asiento. -Siempre fuiste una carga. Jamás creí que me servirías para algo- une sus manos. -pero tu momento ha llegado Elea. Llegó el momento en que me recompenses por cuidarte todo este tiempo- miro al piso por sus duras palabras. Sonríe Elea -Le propuse un alto al fuego al hombre que viste ayer. Nuestras guerras no dejaban de traer pérdidas por lo que propuse una tregua. Así que, él no se meterá con mi gente si a cambio yo le entrego lo más preciado que tengo- Lo mas preciado para Padre son su organización y Enora. -eh hice el canje perfecto, Elea. Qué mejor que entregar a mi hija más preciada-.sonríe -Enora- respondo con un nudo en la garganta. Niega. -Elea Koci. Mi hermosa esmeralda- Me levanto empezando a negar. No. Niego una y otra vez. -Por favor- retrocedo viendo como la cara del hombre que tengo enfrente se desencaja. -vas a casarte con Damien Romanov. Hijo de Anton Romanov, Pakhan de la mafia rusa. La mafia más sanguinaria que existe en el mundo- El corazón se me detiene y mi cabeza solo dice una cosa. Corre. Me volteo buscando la puerta. Necesito salir de aquí. Yo no puedo casarme con ese hombre. Es mi sentencia de muerte. -detente Elea. Ni un paso más- La mano de padre me sostiene alejándome de la puerta. -¡no! ¡por favor! Juro que no los molestaré- empiezo a gritar pidiendo piedad. Padre me voltea aventándome al mueble. -¡Pidieron un canje, Elea! y qué mejor que una Koci- niego -por favor padre. Por favor. Lo prometo. Lo juro que ya no cometeré errores pero por favor- mis lágrimas se deslizan. Los ojos del hombre que lleva mi sangre se oscurecen. -pidieron una Koci y que mejor que mi hija predilecta- sonríe y no aguanto más la burla. -¡Yo no soy tu hija! ¡nunca lo fui! Soy la bastarda- levanto la voz pero esta desaparece con la bofetada que me voltea el rostro. -no estoy pidiendo tu consentimiento. Te vas a casar hoy cuando el puto reloj marque las 12. Te convertirás en una Romanov. Serás la puta de Damien Romanov- -¡NO!- levanto la voz sin importarme que me muela a golpes. Ya nada me importa. -Y aguantaras cada golpe y humillación de tu marido- Intento alejarme pero me toma del cabello y tira tan fuerte que siento que lo arrancará en culturizar momento. -servirás para una cosa. Abrir las piernas y dejar que te coja cuanto se le dé la puta gana- su respiración la siento en la punta de la nariz. Las lágrimas siguen saliendo que siento que me ahogo en mi propio llanto. -serás el CANJE. Y es una orden- lo empujo intentando escapara. Pero me voltea enterrando mi rostro en el mueble. -a mi me respetas hija de perra- desgarra la parte superior de mi vestido. Me siento tan perturbada que no me doy cuenta cuando se quita la correa. El primer azote me endereza el cuerpo. Entierro las uñas en el mueble y siento el segundo más fuerte pero lo que siento dentro es peor. Desechada. Entregada como un mueble viejo que jamás sirvió para algo. Los gritos de Padre son altos pero mi cabeza sólo piensa una cosa. Mi vida se convertirá en un infierno. Un maldito puto infierno.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD