Lexia. Me parecía estar en medio de una disputa que no me concernía, pero, en realidad era todo lo que debía de importarme, porque esta mujer tenía una clara intención de separarme de Luka, la pregunta aquí, era si, ¿yo estaba dispuesta a darle esa oportunidad? ¡NO! Muéstrale su lugar a la goma chiclosa, Lexia, marca territorio, el beta es nuestro, ¡solo nuestro! Haciendo caso a la voz enojada de mi loba, sonrío de medio lado hacia Laia, ella entrecierra un poco los ojos, Luka no puede verme sonriendo, por lo cual me meto más en su pecho, me pego todo lo que puedo correspondiendo su abrazo, cosa que lo toma por sorpresa tensándose, pero, luego me aprieta más, logrando así que yo escuche su acelerado corazón. Es por nuestra cercanía. Ronronea Lía. — Luka, el niño espera. — ¿Dónde está