Lexia. Dejo escapar todo el aire retenido cuando le cierro la puerta por el rostro, doy media vuelta recostándome por la puerta y cierro mis ojos. — Hija, ¿quieres hablar de…? — No. – interrumpo, me limpio las mejillas y miro a mis padres. – No quiero hablar más del tema, yo… necesito estar sola. — Princesa. – recibo el abrazo de mi papá. – Nos tienes a nosotros para lo que sea, no sabía que el beta tuviese otra familia. Ni yo, en realidad, todo iba muy bien, de la nada, aparece esta mujer y resulta que hasta tiene un hijo de mi… de Luka, siento que mi mundo se derrumbó, lo que creía el inicio de algo muy bonito, terminó de esta manera. ¡No ha terminado! Ni se te ocurra repetir la babosada que estabas por decir. Él ya tiene una familia. Eso fue lo que dijo la estirada goma chiclos