REBECA.
Cubierta en los brazos de un hombre me sentía muy cómoda me acurruqué en su pecho, pero a medida que reaccionaba me iba dando cuenta de la realidad él no era Walter él no era mi esposo él no debería de estar aquí levante mi cabeza en dirección hacia el bello rostro del hombre a mi lado sus rasgos no cambiaron mucho en estos cinco años su mandíbula definida sus cejas depiladas y su rostro afeitado su nariz pequeña y respingada y sus carnosos labios por un momento mi corazón latió muy rápido por verlo a mi lado y me emociono aún más el ver a nuestro hermoso hijo junto a nosotros, pero tan pronto como esa emoción me inundo al levantar la vista vi la foto que había en la mesa de luz era Walter abrazándome por detrás con mi enorme panza de embarazo mi corazón se estrujó y mis ojos com
