Los minutos pasaban y la abuela seguía sentada junto a mí sin reaccionar temía sabes cuál iba a ser su reacción ante lo que había escuchado, pero debía decirle la verdad un suspiro salió de su boca y su mano izquierda se posó sobre mi pierna dándome pequeños golpes que me dejaron algo desconcertada por la acción ABUELA- lose mi niña, lose Walter, ya me lo había contado, pero esperaba que tú me contaras la verdadera historia, quería y necesitaba oírlo de tus labios. REBECA- cuando llegué aquí no sabía que estaba embarazada. Lo descubrimos con Walter cuando ya nos habíamos casado. ABUELA- sé que mi nieto habrá sido un poco frío con la situación, pero te puedo asegurar que amaba a tu hijo y él siempre será el padre de Antoni a mis ojos, pero quiero saber por qué lo ocultaron. REBECA-