THIAGO.
Llegamos a casa de Rebeca, el pequeño Antoni dormía, ya que estaba cansado. Se ve que sus tíos lo hicieron cansar con tantos juegos y quien sabe que mas hicieron. Seguía enteramente que quizás habían limpiado todo antes de que llegáramos.
Alessandro y Dimitri se habían quedado dormidos en el sillón de la sala de estar en posiciones completamente raras también en un estado de agotamiento que jamás creí ver, ya que ambos son unas máquinas de matar, pero creo que un pequeño de cinco años pudo acabar con ellos en unas simples horas creo que este niño superara a su padre
rodee a rebeca por su cintura abrazándola por detrás y admirando la imagen de los chicos desparramados en ese sillón, pero sorprendentemente la casa estaba bastante limpia al parecer limpiaron todo el desastre ant
