La noche había caído sobre Meadowbrook cuando Valeria Bennett se dirigió a la oficina de Lucas Walker. La gran mansión de Lucas, imponente y elegante, brillaba bajo la luz de la luna. Valeria sintió una mezcla de anticipación y nerviosismo mientras cruzaba el umbral. Lucas la estaba esperando en su estudio, un lugar que reflejaba tanto su poder como su sofisticación.
Lucas estaba de pie junto a su escritorio, revisando algunos documentos cuando Valeria entró. La saludó con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos, y le indicó que se sentara.
Lucas: (sentándose frente a ella) Valeria, antes de que sigamos adelante con nuestro acuerdo, quiero que todo quede claro y por escrito.
Valeria asintió, sabiendo que Lucas era un hombre de negocios que no dejaba nada al azar. Lucas deslizó un documento hacia ella, y comenzó a leer en voz alta las reglas que contenía el contrato.
El Contrato
Reglas del Acuerdo Entre Lucas Walker y Valeria Bennett
Confidencialidad Absoluta: Ninguno de los dos hablará sobre la naturaleza de su relación con terceros. Esto incluye amigos, familiares y colegas.
Disponibilidad Mutua: Ambos deben estar disponibles para encuentros íntimos cuando el otro lo solicite, siempre y cuando no interfiera con compromisos laborales o familiares importantes.
Exclusividad Física: Ninguno de los dos puede tener relaciones íntimas con otras personas mientras dure el acuerdo.
Prohibición de Compromiso Emocional: El acuerdo es puramente físico. No se permitirá el desarrollo de sentimientos románticos.
Lugares Privados: Los encuentros deben realizarse en lugares privados y discretos para evitar la atención pública.
Control de Imagen Pública: La señorita Bennett debe evitar cualquier comportamiento en público que pueda vincularla románticamente con el señor Walker. La imagen pública de ambos debe mantenerse intacta.
Prohibición de Relaciones Laborales: La señorita Bennett no puede buscar empleo en ninguna empresa asociada en contra del señor Wakler para evitar conflictos de interés.
Limitación de Contacto con Otros Hombres: La señorita Bennett debe evitar interacciones cercanas con otros hombres en público para prevenir rumores.
Finalización del Acuerdo: Cualquiera de los dos puede terminar el acuerdo en cualquier momento con una notificación previa de una semana.
Seguridad y Protección: El señor Walker se compromete a proteger a la señorita Bennett de cualquier amenaza, persona, cosa o peligro derivado de su relación.
Valeria leyó cada punto con cuidado, su mente trabajando para asimilar las implicaciones de cada regla. Levantó la mirada hacia Lucas, encontrando sus ojos grises fijos en ella, evaluándola.
—Acepto las reglas, Lucas. Pero quiero que sepas que no soy tu propiedad. Este acuerdo es para nuestra comodidad mutua. —Dijo Valeria con voz firme, debía dejar los puntos claros, afortunadamente no había algo que arriesgara sus intereses o su seguridad.
Lucas sonrió, una sonrisa fría y controlada.
—Lucas ha hecho un asentimiento. — Por supuesto, Valeria. Esto es un acuerdo entre iguales. Pero debo proteger mi imagen y, por ende, protegerte a ti. —Valeria levantó la mirada del documento, encontrando los ojos de Lucas fijos en ella.
Valeria sabía que estaba entrando en un terreno peligroso, pero la atracción que sentía por Lucas era demasiado fuerte para resistir. A medida que firmaba el contrato, no podía evitar preguntarse hasta dónde llegarían con este acuerdo, y si alguna vez podrían superar las barreras que habían construido alrededor de sus corazones.
Mientras Lucas observaba a Valeria firmar, no pudo evitar sentir una mezcla de triunfo y deseo. La necesidad de estar cerca de ella, de poseerla y protegerla, era abrumadora. Sabía que la relación que tenían era complicada y peligrosa, pero estaba decidido a mantenerla a su lado a cualquier costo.
(…)
El día siguiente, Valeria se encontró con su hermana, Emily Bennett, quien menor por unos años, era la adoración tanto de Valeria como de su familia, era tierna, comprensiva y un poco sumisa en algunos aspectos y claro, quien estaba perdidamente enamorada de Marcos, el amigo de la infancia de Valeria, ahora bien, ambas hermanas habían acordado reunirse en el café del pueblo. Emily había regresado a Meadowbrook antes que Valeria y había sido testigo de los cambios que el pueblo había experimentado. Su rostro se iluminó al ver a Valeria entrar.
—¡Valeria! Es tan bueno verte de nuevo. ¿Cómo estás? —Preguntaba Emily hacia su hermana mayor mientras la abrazaba.
—Valeria sonriendo corresponde el abrazo de su hermana. — Estoy bien, Emily. Ha pasado tanto tiempo. —Se sentaron en una mesa junto a la ventana, y Emily comenzó a contarle a Valeria sobre los eventos recientes en Meadowbrook.
La conversación entre las hermanas se había extendido a muchos temas, después de todo, hace mucho no se veían y desde el regreso de su hermana, no habían pasado tanto tiempo juntas, cabe resaltar que Valeria se quedaría en la casa de sus padres, los cuales se encontraban de viaje, y Emily estaba en un departamento propio, fruto de su esfuerzo constante. Ahora bien, hubo un tema entre las hermanas que llego para quedarse, Lucas Walker.
Emily con voz seria observa a su hermana, ya que debería advertirla del hombre. — Valeria, hay algo que debes saber. Lucas Walker ha cambiado mucho desde que te fuiste. Es un hombre poderoso, pero también tiene muchos enemigos. Cualquiera que esté cerca de él corre peligro. —Valeria asintió, consciente de los riesgos, pero decidió no mencionar el acuerdo que había hecho con Lucas. La confidencialidad era primordial. —Emily preocupada se dirige a su hermana. — ¿Por qué volviste, Valeria? ¿Y qué es lo que realmente buscas aquí?, no me mal intérpretes, amo tenerte cerca pero me habías dicho que te quedarías en la ciudad.
Valeria miró a su hermana, dudando si debía compartir sus verdaderos motivos. Finalmente, decidió ser honesta hasta cierto punto.
—He pasado por muchas decepciones, Emily. Solo quiero un nuevo comienzo, algo estable. —Emily la miró con comprensión, pero también con preocupación. —He decidido pasar algo de tiempo con las personas que me importan…Incluso Lucas, aunque haya cambiado. —Murmura Valeria mientras tomaba un sorbo de su café, Emily solo suspira, ahora que sabía que la relación de Valeria con Lucas, si llegaba a conocerse, cambiaría todo.
Valeria llegó a la reunión del instituto Meadowbrook con una mezcla de emoción y nerviosismo. Había pasado mucho tiempo desde que había visto a muchos de sus antiguos compañeros, y se preguntaba cómo habrían cambiado sus vidas. La reunión se celebraba en el salón de actos del instituto, un lugar lleno de recuerdos y nostalgia.
(…)
Al entrar, Valeria fue recibida por rostros familiares. Vio a algunos amigos de su infancia y adolescencia, incluyendo a Sarah Mitchell, su mejor amiga de la secundaria, y a Tom Johnson, el bromista del grupo que siempre sabía cómo hacer reír a todos. Se acercó a ellos con una sonrisa, contenta de reencontrarse.
—¡Valeria! No puedo creer que estés aquí. ¡Te ves increíble! —Sarah fue una de las que había extrañado a su amiga y la cual lloro al momento de su partida, pero claro, tampoco iba a impedirle que se fuera, después de todo, los señores Bennett habían tomado la decisión de esto, así que, una vez fueron adultas, Sarah fue unas cuantas veces a la gran ciudad para visitar a su querida amiga y ¿Por qué no?, disfrutar de la ciudad tanto como pudiera.
—¡Sarah! Tú también te ves genial. ¿Cómo has estado? —Ambas se abrazan con cariño, el tiempo se había ido volando, pero, la confianza y por supuesto los años de a mitad seguían más que presentes.
—¡Mira quién ha vuelto a Meadowbrook! La chica que todos extrañamos. —Tom se une a las mujeres, y aunque no era tan cercano a Valeria como Sarah, igualmente le agradaba mas que a un simple conocido.
Mientras hablaban y se ponían al día, Valeria se sintió más cómoda. Sin embargo, su tranquilidad se rompió cuando vio a alguien que no esperaba ver: James Morgan, su exnovio. James era alto, de cabello castaño claro y ojos verdes penetrantes. Su apariencia era impecable, con un traje que acentuaba su figura atlética. James había sido el primer en romperle el corazón y, como si fuera poco, ahora era el principal contrincante de Lucas Walker en los negocios.
James se acercó a Valeria con una sonrisa que parecía amistosa, pero que ella sabía que escondía intenciones menos inocentes.
—Valeria, cuánto tiempo sin verte. ¿Cómo has estado? —James usa una voz encantadora, una que haría a cualquier mujer suspirar, pero, para Valeria, le causaba nauseas.
Valeria sintió una punzada de incomodidad y dolor. La última vez que había visto a James, él la había dejado por otra, una traición que le había costado años superar.
—Hola, James. He estado bien, gracias. ¿Y tú? —Responde ella fría, pero siendo cortes.
—He estado bien, muy bien. Me alegra verte aquí. ¿Podemos hablar un momento? —Pregunta James sin hacer caso al tono frio de Valeria.
Valeria quería evitar una conversación profunda, pero James no parecía dispuesto a aceptarlo. Siguió hablando, acercándose más a ella, ignorando sus señales de incomodidad.
—Valeria, he pensado mucho en ti. Quiero disculparme por cómo terminó todo. Fue un error y... —Dulcificando su voz, James tenía la intención de acercarse un poco más.
Antes de que pudiera continuar, Lucas Walker apareció en la reunión. Su presencia imponente y su mirada fría hicieron que todos se fijaran en él. Lucas llevaba un traje oscuro, perfectamente ajustado, y su expresión era seria. Cuando vio a James hablando con Valeria, sus ojos se oscurecieron con una chispa de posesividad.
Lucas se acercó a ellos, y la tensión en el aire se volvió palpable. Sin decir una palabra, Lucas puso una mano firme en la cintura de Valeria, atrayéndola hacia él. La acción fue clara: Valeria no estaba disponible.
—James, parece que no has cambiado. Siempre tan... persistente. —La voz de Lucas es baja y controlada, haciendo un esfuerzo muy grande para no irse encima de James.
James miró a Lucas con una sonrisa forzada, reconociendo la presencia del hombre que ahora era su rival tanto en los negocios como, aparentemente, en la vida personal.
—Lucas, siempre es un placer verte. Veo que estás cuidando bien a Valeria. —James posee una sonrisa tensa, no esperaba encontrarse con el arrogante de Lucas, después de todo, este solo asistía a eventos de sociedad.
—Siempre, James. Siempre. —Responde Lucas sin perder su compostura, la imagen era algo importante y no deseaba hacer un escándalo.
Valeria sintió la tensión entre los dos hombres, y aunque normalmente no le gustaba ser objeto de posesividad, en ese momento sintió una especie de alivio. Lucas había llegado justo a tiempo para evitar que James siguiera hablando.
—James, será mejor que hablemos en otro momento. Ahora estoy ocupada. —Dice Valeria mirando a James, con la intención de que este se fuera.
James asintió, claramente molesto por la interrupción, pero no quería provocar una escena. Se alejó con una mirada de resentimiento hacia Lucas.
—No quiero que te acerques a él, Valeria. Es peligroso. —Murmura Lucas intensamente, sus manos ardes por querer pegarle al idiota aquel y por supuesto, por dejarle en claro que Valeria no estaba disponible.
—No tienes que preocuparte, Lucas. No tengo ningún interés en revivir el pasado. —Valeria suspira en su lugar, había sido una noche bastante tensa, una que al principio parecía ser calmada.
—Bien. Porque no quiero compartirte con nadie. —Responde Lucas con voz firme, una parte de él se sentía aliviada por saber que Valeria no tenía ningún interés con James, claro que lo reconocía más allá de ser su rival de negocios, sino que también lo conocía como aquel que rompió el corazón de su amiga.
La reunión continuó, pero la tensión entre Valeria y Lucas era innegable. Valeria sabía que la relación que tenían era complicada y peligrosa, pero no podía negar la atracción que sentía por él. Lucas, por su parte, sentía una necesidad constante de estar cerca de ella, de protegerla y, al mismo tiempo, de poseerla.