Acuerdo Prohibido.

Capitulo 6: La Travesia del Corazon II

Parte 2: Reencuentro y Traición

Años después, mientras Valeria estaba en la universidad, debe decir que las veces en las que fue a su pueblo natal eran pocas, y coincidentemente, nunca encontraba a Lucas allá, según las palabras de Sarah, Lucas se había ido lejos a estudiar lo que su padre le había indicado, y aunque es cierto que ya no eran unos infantes, Valeria se preocupaba al saber que su amigo, estaba siendo vigilado por su padre como si de un reo se tarara. Aun así, pocas veces Lucas respondía los mensajes de Texto, en donde este le decía que estaba sano, que estaba bien y que pronto tendría noticias de él. Un poco extraño si le preguntan a ella, sin embargo, no hizo más preguntas.

La vida en la universidad sin duda fue un momento en el que Valeria pudo conocer más personas, nuevos ambientes y donde claro, podía empezar de nuevo, lejos de la vigilancia perpetua de sus padres, era libre de hacer casi todo lo que quisiera. Tenia el presentimiento de que su vida seria mejor, sin miramientos del pasado, nada de eso, y por supuesto, el destino se encargó de poner en su camino al primer amor de su vida, es decir, se reencontró con James. Ella tenía 22 años y él parecía más maduro, pero sus ojos aún tenían ese brillo que la había cautivado en el pasado. James, sorprendido y encantado de verla, no perdió tiempo en intentar reavivar su relación.

Claro que ahora era mas maduro en el sentido de que no dejaría escapar a la chica que antes había llamado su atención, sin prisas logro reconocerla, ya que James observaba a las chicas de nuevo ingreso y saber que su exnovia del instituto estaba ahí, elevo su apuesta, si pudo conquistarla en el pasado cuando era un simple mocoso que jugueteaba con las de su instituto, ahora que era un joven adulto, la tendría sin lugar a dudas.

Así es como empezó la universidad para Valeria.

—Valeria, es increíble verte después de tanto tiempo. ¿Podemos hablar? —dijo James, con una sonrisa. Disimuladamente la veía, estaba hermosa, su cuerpo estaba tan femenino y curvilíneo, sus manos picaban por querer acariciarla y saber de qué tanto se había perdido en el instante que la chica se mudó a la gran ciudad.

—Hola, James. No creo que haya mucho que decir entre nosotros —respondió Valeria, con la guardia alta. No confiaba, ella tenía apenas unos 13 a 16 años cuando estaba en el instituto y por supuesto, superar aquel pasado amargo en donde sus ilusiones se vinieron abajo fue algo que le costo, pero que logro dejar atrás, donde pertenecida.

Sin embargo Valeria no conocía aquel dicho: Donde hubo fuego, cenizas quedan. Y lamentablemente, ella no extrañaba a James, lo que realmente echaba de menos eran los recuerdos felices que vivieron, y que mente trajo de vuelta. Eso era lo que no dejaba de pensar.

—Sé que te lastimé, pero éramos jóvenes. He cambiado, y realmente quiero otra oportunidad contigo —insistió James, no dejaría que otro se acercara a ella, no cuando él había llegado primero, su ego no le permitía dejarla.

Valeria, aunque reacia, decidió darle una segunda oportunidad. Al principio, las cosas parecían ir bien, pero James no tardó en caer en viejos hábitos. Su naturaleza coqueta y su incapacidad para mantenerse fiel pronto se hicieron evidentes. Valeria descubrió que James le había sido infiel durante meses.

Una noche, Valeria llegó inesperadamente al apartamento de James. Quería darle una sorpresa por su próximo aniversario de novios, un dulce detalle para él, y es que, James se comportaba tan amoroso, atento y amable con ella, claro, la intimidad era algo que no ocurría desde hace unas semanas, James solo se enfocaba en abrazarla, y no tenia nada de malo. ¿Verdad?

Lo que Valeria no sabía es que su novio nunca dejo esos viejos hábitos de involucrarse por una noche o dos con las de primer ingreso, o con cualquier chica que le pareciera atractiva, y bueno, cabe resaltar que si James sentía algo de remordimiento, no tocaba a Valeria, ya que, no quería hacerlo o simplemente porque sus deseos estaban zaceados con una chica horas antes de verla.

¿Por qué no la terminaba?, bueno, digamos que James jamás dejaría a Valeria por su propia cuenta, sabia que la tenia donde quería y como quería, ella no lo dejaría pues no tenia que enterarse de absolutamente nada. Entonces, todo estaba bien y podría seguir así por mucho tiempo mas, al menos, hasta que verdaderamente llegara aburrirse.

Valeria estaba emocionada y ni siquiera se molestó en avisar que estaría allá, después de todo, era una sorpresa para su amado novio. Al abrir la puerta, se encontró con una escena devastadora: James estaba con otra mujer.

—¿Qué está pasando aquí? —gritó Valeria, con el corazón acelerado. No parecía real, quería engañarse a si misma de que no lo era, sin embargo, al morder sus labios con tanta fuerza, supo que era real y empezaba a temblar.

James se levantó rápidamente, tratando de cubrirse con una sábana. ¿Por qué no escucho a Valeria acercarse? ¿Cómo es que esto estaba pasando? ¿Por qué no cambio la cerradura?, james maldecía en su mente una y otra vez.

—Valeria, esto no es lo que parece —dijo, desesperado, queriendo acercarse a ella, buscaría la manera de calmarla, es decir, siempre lo hacía, no había porque alarmarse, era lo que se decía James.

—¿No es lo que parece? ¿Cómo puedes decir eso? Te confié mi corazón de nuevo, y así es como me pagas —Respondió Valeria, con lágrimas en los ojos, se sentía fatal, y esto era peor que la primera vez, mudarse era una cosa, pero, jugar con su confianza era mucho peor, un golpe a su orgullo, a ella, estaba tan vulnerable que no se dio cuenta de lo tonta que había sido.

La otra mujer, incómoda, comenzó a vestirse apresuradamente y salió del apartamento, dejando a James y Valeria solos en medio de una tormenta emocional. No quería meterse en esto, y claramente haría como si jamás hubiera visto o conocido en su vida a James.

—Valeria, lo siento. Fue un error. No quería lastimarte —dijo James, intentando acercarse.

—¡No te acerques! No más excusas. Eres un mentiroso y un traidor. Vete de mi vida para siempre —gritó Valeria, empujándolo hacia la puerta.

Con el corazón roto por segunda vez, Valeria echó a James de su departamento. Le tomó años recuperarse y reconstruir su confianza. Aunque tuvo algunos intentos de relaciones, todos terminaron en decepción, haciendo que Valeria se cerrara emocionalmente.

Sin embargo, sus deseos carnales seguían presentes. Cuando Lucas propuso su acuerdo, Valeria vio una oportunidad de satisfacer sus necesidades sin el riesgo de enamorarse y ser herida nuevamente. Sabía que con Lucas, al menos, no tendría que temer la traición.

La relación con Lucas no era perfecta, pero ofrecía la seguridad que Valeria necesitaba. Él era posesivo y protector, y la constante necesidad de Lucas de estar cerca de ella solo reforzaba su decisión. Aunque la relación era complicada, ambos estaban dispuestos a explorar sus deseos más oscuros, sabiendo que, al menos en este acuerdo, podían controlar el riesgo de ser lastimados una vez más.