Para morir iguales.

Capítulo 4

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Irina va caminando por el pueblo cuando nota que no hay mucha gente ya que todo el gentío se concentra en la iglesia del pueblo que da su campanada de llamado al inicio de la misa, el pueblo se engalana con caballos y gente curiosa que va a ver la ceremonia, la morena toma su vientre abultado, descubrió que esta embarazada y está emocionada ha pasado por los lugares donde Victor vende sus quesos pero no lo encuentra y una de las artesanas le dice que hace tiempos él no va; Irina cubre su vientre con un vestido holgado, camina mirando los adornos qué hay y al levantar su mirada observa a un hombre gallardo y varonil, con su traje ranchero y su respiración se entrecorta; Irina sigue observando y llega la novia con su vestido holgado y parece que está embarazada; observa como el hombre da un beso en su mano y caminan juntos al altar.

Irina se siente mareada y una lágrima sale de ella al presenciar como él entrega su alianza y le dice sus votos a la mujer; Victor besa a Daniela dulcemente y ella le devuelve el gesto, toca su vientre y la morena solloza al oír : "Los declaró marido y mujer, que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre".

Toda ella se estremece y sale de ahí pero al hacerlo descubre a un hombre de mediana edad, con su vestimenta toda de n***o y muy ranchero, él la mira y le sonríe al saludarla se quita su sombrero. Ella sonríe débilmente.

-Mucho gusto señorita, ¿la puedo acompañar mientras llora por su novio que se ha casado? - inquiere viendo a la joven contener algunos sollozos en su garganta.

Irina llora, y el hombre la abraza, esta tan perdida en su dolor que lo permite sintiéndose insignificante y triste al ver que Victor no la espero y no insistió en saber la verdad pues casi que de inmediato se caso con Daniela.

-Me llamo Jorge Luis Robles.

-Irina Sánchez - responde con voz ahogada - y no él no es nada mío - intenta ocultar lo evidente.

-No lo parece, le ayudó con sus maletas.

-La verdad no tengo donde ir, estaba trabajando en la capital pero al enterarse mi jefe de mi embarazo me despidió y ahora no se que hacer - se limpia las lagrimas con el pañuelo que él hombre le ha ofrecido.

-Si usted quiere puede ir a mi rancho, le puedo ofrecer trabajo estoy necesitando una secretaria bonita como usted - ella sonríe en medio de su tristeza.

Irina lo mira dudosa pero no tiene nada que perder y decide ir con él, al principio fue muy difícil para ella pero Jorge Luis le ha tenido paciencia y la trata con delicadeza, ella le ha aprendido muchas cosas y no sale casi del rancho.

Fin flash back

Irina se toca el vientre y Jorge Luis aparece la mira dulcemente y acaricia su vientre.

-¿Como está mi muchachito? - inquiere sonriente sintiendo una patadita en respuesta.

-Bien cuando tú apareces siempre se pone inquieto o inquieta te quiere mucho.

-Y yo a ustedes -le entrega un ramo de flores -¿cuando me vas a aceptar y vas a ser la reina de este rancho?

-Ya tome una decisión y si tú estás de acuerdo yo acepto ser tu mujer - suspira recibiendo un dulce beso al cual no es capaz de responder.

-Claro que si morenita, ya eres la reina de mi corazón y de este rancho.

-Gracias por todo - asiente mientras él la toma de la mano.

-Quiero que nos casemos lo antes posible y si estás de acuerdo la ceremonia católica podemos hacerla en la capilla del rancho, ¿Qué dices bonita?

-Si, me encantaría.

Mientras Victor está en su rancho camina de un lado a otro, su mujer está dando a luz y se encuentra nervioso, ofreció hacer una fiesta en honor a su hijo o hija, anhela que sea un machito y herede todo de él, mientras aparece su capataz y le cuenta.

-Patrón yo quería - mira al piso.

-Habla ya...

-Pedirle permiso el viernes, es que del rancho los Rosales me invito mi novia a la fiesta de su patrón y yo quería ir.

-¿Fiesta? - frunce el ceño - ¿Y quien es el dueño de ese rancho?, que nunca he oído nada de ellos.

-El señor Robles su mujer va a dar a luz dentro de poco y decidieron casarse hace nada. Parece que va a ser muy íntimo porque la señora se lo pidió así.

-Ve, disfruta. - Aparece una de las muchachas del servicio y Victor le pregunta curioso.- ¿Y como se llama la prometida del dueño de Los Rosales?.

-No se patrón, el señor Jorge la cuida como a nadie y no le gusta que ella salga por lo del embarazo parece que tuvo una amenaza de aborto.

-Señor Rodríguez ya nació su bebé y me place decirle que es una hermosa niña. Puede pasar a ver a su mujer e hija.

-Gracias -no oculta su desilusión. -¿Como te sientes Diana? -besa su frente.

-Bien, lamentó que no sea él niño que anhelabas.

-Daniela entre nosotros no hay que fingir tú deseabas una niña así como lo quería Valentino no te preocupes - sonríe con pesar pues siempre imagino pasar por lo mismo pero con Irina.

-Si me preocupo si tú quieres al recuperarme del nacimiento de Daniela podemos buscar el machito que quieres.

-No es necesario... -mirando a la recién nacida.

-Si lo es, quiero darte ese machito que quieres además te lo mereces y yo, yo te amo Victor - confiesa tomándolo de la mano.

-Tú sabes que aún no te puedo corresponder pero siento que me puedo enamorar de ti.

-Gracias, eres un hombre magnífico no se porque esa mujer te abandonó.

-Si no te importa prefiero no hablar de ella.