Me miró extrañado y yo decidí platicarle lo mal que iba mi relación con Adam, primero él me escuchó sorprendido y me animó a mantenerme firme sin perder la esperanza en que todo era “Una crisis pasajera”. Cuando me subí a mi auto abrí la ventanilla, Rafael se puso de pie junto a ella y yo en tono triste, con los ojos humedecidos le dije que estaba segura que mi relación con Adam ya no tenía remedio, entonces él puso con suavidad su mano sobre mi mejilla en una dulce caricia que yo coquetamente agradecí apoyando mi mejilla sobre su mano y me dijo “Animo preciosa, vas a estar bien, ya verás que de una u otra forma todo se va a arreglar”, acercó su cara a la mía y sorpresivamente me dio un dulce beso en los labios, me miró a los ojos en busca de una reacción negativa y al notar mi tranquilida