Todo comenzó en el año de 1981 cuando yo tenía 18 años y mi novio Adam me presentó a un compañero de la universidad y a su novia. Rafael, que así se llamaba su amigo, me atrajo físicamente ya que era un muchacho muy alto, de 1.92 metros, de piel blanca, ojos color miel, cuerpo bien formado, unas nalgas sensuales y guapo como el que más. Yo era una chica de 1.75 metros de estatura y mi novio un muchacho de 1.78 metros de ahí que, sin menospreciar lo guapo que era Rafael, su estatura llamó agradablemente mi atención. Ese día, cuando nos conocimos, él se acercó a mi para saludarme con un beso en la mejilla y después mirándome a los ojos y viendo de reojo a Adam dijo “Ya Adam me había dicho lo bella que eras, pero se quedó corto, no te hizo justicia, pero no lo regañes que de seguro mintió po