Tal como lo habían acordado, se dan cita Pierre y Aníbal en un laboratorio médico, para comprobar la posible paternidad de Pierre. Ambos se miran discordantes, Aníbal se torna silente en compañía de su esposa, quién se ubica en la sala de esperar con mucha ansiedad, su nombre es Virginia una hermosa mujer española, que conoció en uno, de sus tantos viajes a la madre patria. Pierre la observa a la distancia y mira, que su estado de gestación está avanzado y le comenta para romper el hielo: —Por lo visto, tú hijo ya está por nacer. —Así es—responde Aníbal, con mucha seriedad. —Podría ser mi nieto—musita Pierre. —Ni lo menciones—se aparta Aníbal y se la arrima a su esposa, toda esta situación lo ha perturbado, mucho en lo particular. Sale la enfermera y los conduce a los dos, hasta el la