Tatiana, al ayer haber hurgado en su belleza interior, se torna un poco más segura al llegar a la oficina, muchos notan el cambio en su personalidad, hasta se le ve mas linda, cuando bosqueja esa bella sonrisa que muestra. —Tatiana tienes un brillo diferente, no creo que te halla iluminado Erick—murmura Benjamín. —No digas tonterías. Es amor propio—expresa Tatiana, con seguridad y firmeza. —Vaya hasta que, por fin hurgaste en tu cabeza, y lo sacas a relucir. Te sienta muy bien—le guiñe un ojo. —A ti también, te veo muy sonriente ¿Por qué, a que se debe? —A Mara, la estoy cortejando. —¿Qué, te gusta Mara? Que bien guardadito te lo tenías. —Desde siempre querida, Mara es muy bella y sexy. —Si mi amiga, es muy linda. —Al igual que tú, así que continúa viéndote, más seguido en ese esp