Helena Como le digo a ella que pare, mi mamá atiende a Fernando como si fuese su hijo, hasta olvidando que yo existo, ella toda sonriente transmite cosas lindas, que lástima no poder compartir la misma emoción; lo volteo a ver para que hablemos, muevo mi cabeza para que entienda que es en mi recamara. —Mamá tenemos que irnos. —Abro mis ojos directamente hacia Fernando, me asombra porque está con ese rostro lleno de tristeza, puede que sea para ganarse el apoyo de ella, pero las decisiones ahora las tomo yo. —¿Por qué? Helena deja de ser aburrida hija, no me digas que se van a ir —ella no termina de hablar, me imagino que es lo que me está insinuando, la verdad es que hacer el amor no me provoca es una etapa que, si no alcanzo a conocer, en nada me afecta. —Mamá… Son cosas personales, p