Mailen. —¿Mami, podemos hablar?. —¿Qué pasa?. —me tiro al lado de ella en la cama, está con el celular mirando videos de comida porque siempre dice que no sabe ya que cocinar. —Queria preguntarte un par de cosas. —No puedes quedarte, desde ya te digo. —¿Pero cuando Efra vaya me puedo volver con él? Si después va a volver a ir y me vuelvo. —No, no puedes. —Mamiiiiii. —No Mailen, —aleja el celular de la cara para mirarme—. Ya dije que no y ya. —¿Algun dia me vas a dejar ser libre?. —¿Qué cosa?. —Y si mamá, cuando salía con Ivan no me dejaban ni ir a tomar un helado con él, tengo veintidós años mamá. —¿Y qué tiene?. —Que a mi edad ya me tenias y no me dejas hacer nada. —Pues no quiero que hagas lo mismo que hice. —No, si no lo hago, o ya estaría embarazada y arrepentida de ser