Se siente bien al fin poder decir las palabras, poder demostrar los sentimientos, sin temor a ser rechazo. Es el mejor día de mi vida hasta ahora. Un carraspeo nos saca de nuestra burbuja. Miro a un lado y mi familia nos observa. Hay expresiones distintas. Mi madre, Alondra, nos miran con una sonrisa sabedora. En cambio, mi papá está en una línea junto a mis hermanos y el abuelo, Ricardo, que está junto a mi abuela Fiorella, que me mira con la boca abierta. —Creo que tenemos muchas explicaciones que dar —susurro mirando a Jared que me sostiene. —Supongo —espeta en el mismo tono —Espero que salgamos vivos. Le doy una sonrisa divertida. —Te cuido la espalda. Me libera y me toma de la mano para avanzar hasta donde esperan. Cuando llegamos frete a estos los miro. —Lo siento —comienz