—¡Por, Dios! No puedo más —me rio entre dientes mientras Alondra desfallece sobre la silla del comedor cuando hemos terminado con la cena.
Luego del incidente en el supermercado y lidiar con mis dos hermanos. Decidí hacer a un lado el encuentro con Claudia y Mike.
Por lo menos, hasta que Jared y yo estemos solos.
—Cariño. ¿Estás bien? — Dylan la mira preocupado, pero veo la diversión en sus ojos.
—Sí. Creo que necesitaré un paseo antes de dormir.
Miro la mesa y todas las cazuelas están vacías. Al igual que dos botellas de vino. Luca ha comido hasta hartarse.
No puedo más que rodar los ojos ante el estómago sin fondo de mi hermano.
Un beso en la mejilla llama mi atención y sonrió a Jared que está sentado junto a mí después.
Pensé que estaría algo desilusionado por la presencia
