Jude y yo nos encontrábamos descansando en el césped, debajo de unos arboles. Habíamos finalizado nuestro entrenamiento y al ser fin de semana no estábamos corriendo con tareas o trabajos.
—¿Te encuentras bien?— esa era la pregunta diaria del pelinegro.
—Si.— Respondí como siempre. Moví mi cabeza para poder verlo. El se encontraba con los ojos cerrados respirando calmadamente. Sus pestañas tocaban sus mejillas mientras unos cuantos rayos de luz caían por su mejilla derecha. Su rostro estaba sonrojado debido al calor y su cabello sudado caía por su frente. Mi corazón se agitó de inmediato ante aquella imagen. Jude era realmente atractivo y verlo tan calmado, de alguna forma me hacía sentir en paz.
—Sería mejor si tomaras una foto.— Al escuchar aquellas palabras mi rostro se sonrojó de i
