Ambos chicos se veían con mirada retadora mientras Hebe me miraba burlona. Mi amiga había aparecido detrás del muchacho.
—¿Quién es él?— preguntó Jude con cara de pocos amigos. El pelinegro se veía molesto por la situación, y era demasiado notable.
—Es un chico a quién le di información sobre la carrera.— Respondí rápidamente. Jude se acercó despacio al chico, quien no se veía para nada intimidado por la presencia y la cercanía del pelinegro. Ninguno de los dos apartó la mirada. Jude se detuvo a escasos centímetros del chico y luego entrecerró los ojos.
—¿No eres demasiado joven para coquetear?
—Pronto cumpliré los dieciocho.— Respondió con un tono claro y severo. Jude inclinó su cabeza y soltó una corta risa burlona.
—¿Te volviste asaltacunas?— me preguntó. Yo abrí la boca indignad
