El día fue demasiado agitado, especialmente por la tarde ya que a esa hora salen muchos de los estudiantes. Junto a Oliver, Rita y Rob, quienes eran mis compañeros de trabajo, estuvimos ocupados casi hasta las seis de la tarde.
Jude estuvo sentado en una mesa al fondo todo el tiempo mientras, supongo yo, adelantaba tareas ya que estuvo detrás de la computadora todas estas horas.
—Buen trabajo chica nueva. — Rob me levantó su mano para que chocáramos los cinco y eso hice.
—Me alegra que supieras manejar esa máquina de lattes. Hace un ar de meses habían contratado a una chica y fue un desastre. — Se quejó Rita.
—Ese desastre era mi sobrina. — Habló Conrad y Rita soltó una sonrisa inocente.
—Sabes que era pésima. — El castaño no tuvo más opción que asentir.
—De todas formas, me alegr
