Junto a Jude nos dirigimos a la tienda de ropa. Hace un tiempo había visto una sudadera que quería comprar para mi padre. —¿Qué es lo que vas a comprar? — preguntó el pelinegro mientras yo me detenía frente a la tienda. —Un sudadero. Sabes que a papá le gustan mucho y quisiera regalárselo. — Me miró con una sonrisa gentil y asintió. —Entremos entonces. — Ambos caminamos por la tienda y una de las trabajadoras nos dio la bienvenida. —¿Buscaban algo en especial? —Un sudadero. — Le respondí. Ella me brindó una enorme sonrisa y me dijo que la siguiera para poder enseñarme la sección de sudaderos y suéteres. Atravesamos la sección de jeans y camisas hasta llegar al fondo de la tienda donde estaba colgadas las piezas de ropa que necesitaba. Revisé los colores y estilos mientras intentaba