El domingo temprano envié mensaje al celular de Cristopher. «Buen día guapo. Nos vemos mañana.» El mensaje de vuelta tardo un poco en entrar, así que no le di importancia y dejé mi celular sobre la cama la mayor parte del día. Les pedí a mamá Mabel y a León me acompañarán a solicitar los servicios de internet para que lo instalarán cuanto antes en la casa. Lo iba a necesitar, más de lo que me gustaría aceptar. Entre las clases y el trabajo que desempeñaba para Ivette, era forzoso contar con esté. Compramos pizza para comer, y estar los tres y solo los tres. Platiqué un largo rato con mamá Mabel hasta que se quedó dormida junto a León que solo nos miraba atento de vez en vez, reaccionando a casi todo lo que hablábamos con su postura corporal, tal vez por ello era tan buena para leer