«Ay por favor, ¿Qué coño fue eso?, ¿En serio me guiño el ojo o sólo lo imaginé?» El doctor Guerra había aceptado la invitación de mi tía para invitarme a salir. En cuanto se largo yo me dirigí hacía mi tía quien se reía amplia y sonora al ver mi cara de sorpresa y enfado, león tenía sus audífonos y estaba sumido entre un libro de pastas gruesas, sin dirigirnos la vista cerró el libro abruptamente y se metió a la puerta que daba al baño de la habitación. ―¿Qué fue eso tía? ―interrogue abiertamente con una ceja levantada. Mí tía soltó una carcajada aún más fuerte y se limpio las lágrimas que se le salían de los ojos a causa de la risa. Después de unos segundos me contestó. ―¿Me vas a decir que no te gusta? ―insinuó sarcástica―. ―Mamá, no deberías buscarme novio, no tengo tiempo para