When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Sol caminaba por el bosque de cerezos que limitaba con la colina de Chaise, los árboles enormes ya daban sus deliciosos frutos. También había violetas, lupinos y lavandas que decoraban el hermoso lugar. En pleno verano, a esa hora el sol brillaba con fuerza y la temperatura se elevaba. El campo verde era perfecto para el juego de los niños del orfanato. Sol los observaba recordando su infancia. Cuando era niña, ella solía andar por ese pasto y trepar a las enormes copas de los árboles, haciendo travesuras que enloquecían a sus cuidadoras. Sonrió ante la nostalgia de aquel recuerdo, lejos había quedado la temporada de cerezas, lejos estaba de su niñez, ahora ya era una mujer que debía enfrentar sus errores y fortalecerse con ellos. A varios kilómetros de ahí, Luciano iba a bordo de un a