PARTE 13

2351 Words
Todas disfrutaban del ambiente cálido, mientras disfrutaban del té. Seika, llamo a su oficina, a Valían, Mery, Saya y Hana. Las cuatro jóvenes habían demostrado destrezas que las otras no. Fueron escogidas como ayudantes y estarían a cargo de los preparativos. —¿Puedo preguntar sobre el toque de queda?—Pregunto valían.—¿Por qué te interesa eso?—Respondió Seika. —¡Tengo un amigo cerca de aquí, me gustaría visitarlo!—El ambiente entre ellas dos, de por sí, ya era hostil, si volvía a mentir tan deliberadamente, esta vez podría arruinarlo todo. Seika, suspiro ante la respuesta que contradecía sus palabras anteriores. ¡No existe algo como un toque de queda! —¡Pueden disponer de su tiempo, como sea posible, siempre y cuando reporten su salida, además, fuera del local, deben respetar el honor y las reglas impuestas, por lo tanto! ¡Nada de hombres! … … … Habían pasado horas desde el comienzo de las Oraciones y bendiciones impuestas por el templo. Escuchar una oración, por más de tres horas, era aburrido y tedioso. La bendición y oración, tiene como objetivo bendecir con buenas cosechas las tierras del imperio athes. Después de un largo discurso, la santificación y sanación, por parte de los sacerdotes, brindaban salud y felicidad a los habitantes. Cómo emperador, su deber y responsabilidad, lo obligaban a ser acto de presencia durante las largas jornadas. Su rostro reflejaba el aburrimiento y el cansancio. Este solo era ganado por el cansado rostro de markus. —¿Cuánto falta?—Pregunto exhausto. —¡Lo suficiente para estar sentado como mínimo tres horas más!.—Respondió markus, igual de exhausto que él. Después de terminar las oraciones y las bendiciones, el sumo sacerdote, discutió un par de problemas que los aldeanos le imploraron que reportará al emperador. Sequía, enfermedad, falta de suministros u otras cosas. La orden de resolver las quejas del pueblo, fueron administradas rápidamente. Había Sido un largo y cansado día, al observar desde la ventana, a lo lejos se apreciaban las luces y bullicios de la gente. —¡Es otoño! En todo el imperio se está celebrando el festival de las cosechas. El festival de otoño, se celebra cada año en conmemoración a la cantidad abundante de cosechas recogidas en todo el imperio. Esta celebración se puede apreciar durante toda una semana, en cualquier lugar del imperio. Exceptuando al clan discuis, que debido a su árido y gélido clima, el festival, suele ser aplazado y celebrado en temporada de invierno, siendo el único festival invernal en todo el imperio. —¿Qué haces? ¡Los sacerdotes nos esperan para la cena!.—Comunicó Markus. —¡Cancelado! No cenaremos aquí. —¿Iremos al festival?—Pregunto, Markus. —¡Tenemos una cena pendiente! Fue un día lleno de estrés, Markus, había pasado por alto, la invitación de Seika. Al llegar, el ambiente era festivo y alegre. El festival de otoño atrae a diversos clientes de todo el mundo. Fueron recibidos y escoltados por bellas jóvenes. —¡Mucho gusto su majestad! Disculpe la Demora.— Fue un saludo propio que respetaba el alto estatus de Karyun. A diferencia de su primera vez en hywaryun, acababa de ser presentado como el emperador. La mesa preparada y la música suave, ayudo a relajar el ambiente. La conversación entre ellos, era bastamente desconocida por Markus, sin entender pregunto. —¡Disculpen mi ignorancia! Pero, ¿A qué se refieren?—Seika, le intento explicar lo mejor que pudo el tema. —¿Qué ves cuando llegas a hywaryun? Fue una pregunta sin fundamento, pero respondió propiamente.—¡Una mansión, mujeres y todo tipo de bebidas! —¡Exacto! La pregunta es ¿Quiénes frecuentan este lugar?—Nuevamente, una pregunta sin fundamento.— ¿Hombres?—Respondió sin basilar. —¡Hombres con todo tipo de estatus social; grandes nobles, soldados, caballeros mágicos y grandes contrabandistas!—¡Aquí los nobles presumen su poder, su estatus, sus secretos, sus pecados!—¡Aquí los ladrones, revelan los nombres de sus víctimas!—¡Aquí los contrabandistas, no son leales a sus amos, nos susurran sus nombres, nos hablan sobre sus negocios y nos revelan sus trampas! —¿Has visto a los guardias, soldados o caballeros, revelar los sucios secretos de sus superiores?—Durante mucho tiempo, hywaryun, ha sido la sede de todos los chismes en el imperio. Markus, no tardo en entender la explicación Dada. Los fantasmas negros recolectan información para ellos, sin embargos, su información es más una confirmación a las sospechas que se dan. Si mezclan los contactos de Narkus, más la red ilimitada de información de Karyun y suman la información dada por hywaryun, su resultado sería la red de información más compleja y completa del imperio. —¡Entiendo! Nos será muy útil para deshacernos de los nobles corruptos. Después de una larga cena, Karyun, acepto quedarse la noche en hywaryun, a pesar de los inconvenientes, Markus, tenía que preparar todo para partir mañana sin demoras a rustris. Antes de marcharse, se despidió de Seika, saliendo de la oficina, tuvo un tropiezo con una mujer. La chica rápidamente se disculpó apropiadamente. Era una mujer de cabellos plateados y ojos dorados. Era la personificación de la belleza humana, su vestido era diferente a la habitual vestimenta usada en hywaryun. A pesar de la hermosa mujer, no puso mucha importancia y se marchó sin más inconveniente. Por otro lado, la reacción de Valían, fue más que susto, se sorprendió a muerte al verlo de nuevo en hywaryun, sin embargo, se relajó al darse cuenta de que estaba solo. —¿Por qué no puedo salir? Antes dijiste que podríamos salir de hywaryun siempre y cuando no causáramos problemas. Valían había acordado encontrarse con Rion, durante el festival, sin embargo, por alguna razón, Seika, se negaba a dejarla salir. —El día de hoy tenemos un importante invitado, necesito tu ayuda, mañana podrás salir.—Exhausta de tratar de convencerla, salió de la oficina, pensativa, sin siquiera preguntar de quién se trataba el invitado. «Necesito buscar una manera de salir, si no asisto, Rion, se preocupará por mí» Muestras tanto, las chicas, intentaban decidir quiénes atenderían a los invitados presentes en los baños termales. Había gran controversia, entre ellas, la leyenda del supuesto fantasma que merodeaba el baño termal, se había expandido y todas temían acercarse a ese lugar. «¿Aguas termales?» —Durante la explicación del anexo, la encargada explicó que el baño de aguas termales, era el único cuarto conectado directamente a los grandes muros que rodean la residencia. Siendo prudente todo lo que tendría que hacer es escalar el muro para salir de la residencia sin que nadie la notará. Viendo que ninguna se ofreció como voluntaria para atender a los invitados. Se ofreció. Después de escuchar su ofrecimiento, saya, Hana y Mery, se ofrecieron a ayudarle con los invitados. —¡No se preocupen, yo puedo hacerlo sola!—Respondió intentando deshacerse de ellas. Había pasado tres días, desde que las conoció, Claramente fueron ellas quienes nunca la dejaron sola. Gracias a esto, pudo, mantener su mente ocupada, ignorando todo lo ya sucedido. Tenía un gran aprecio por ellas. Pero no podía bajar la guardia, incluso si se trataba de ellas. Las tres chicas eran amables y sinceras, su única intención era poder acercarse a ella como amigas.—¡No es una molestia, queremos ayudarte!—Respondió saya. Era muy amable de sus partes, intentar ayudarla, sin embargo, la falta de confianza, le impidió aceptar la ayuda ofrecida.—¿Pensé que también le temen al supuesto fantasma?—Pregunto intentando convencerlas de negarle la ayuda. —¿Quién le tiene miedo a los fantasmas?— Respondió, saya, mirando a Hana y Mery, con determinación. Fue admirable, ver sus amables intenciones. Habiendo intentado de todas las maneras posibles alejarse de ellas. Suspiro profundamente dándose por enterada de que ellas no dejarían de insistir, no tuvo más que aceptar su ayuda. Alegres de poder ayudarla, estaban firmes para convertirse en amigas de la misteriosa y hermosa chica, llamada valían. De camino a los baños termales. Sus compañeras les hicieron varias preguntas. Pues, Seika, la presentó como una invitada. Le fue difícil explicar su situación, pero inesperadamente sus compañeras entendieron muy bien sus palabras.—Entonces ¿Eres una maga?—Pregunto Hana. Las leyendas sobre los poderes mágicos, siempre han Sido el orgullo del imperio. A diferencia de Hana y Mery, que eran más impulsivas, saya era más serena. Al ver su rostro incómodo debido al exceso de preguntas. Dijo sin más preámbulos. —¿No tienes por qué responder nuestras preguntas? Si te sientes incómoda solo dilo.—Antes de poder responder a las sorpresivas palabras de saya. Quedó inaudita al escuchar las siguientes palabras.—¡Somos amigas! No tienes que fingir con nosotras. Desde niña, siempre envidio a las niñas que podrían tener una vida normal, ser amigos, casarse y tener una familia sin preocupaciones. Con el tiempo, entendió que esas banalidades no les eran permitidas. Tener amigas en quien confiar, era algo casi imposible, aún más, después de tantas desgracias seguidas, cerro su corazón para no volver a confiar en nadie. Por un momento se sintió conmovida y deseo poder confiar en ellas. Sintió remordimiento por haberles mentido, sin embargo, contarles la verdad, era muy arriesgado. Por otro lado, ¿Tal vez ellas podrían ayudarle a escapar de hywaryun, sin que Seika, lo supiera?. Detuvo su caminar, las miro con ojos confusos y pidió sus ayudas para poder salir sin ser atrapada. Mientras explico la situación, las tres parecían bastante asombras, nunca pensaron que ella misma, les contaría algo privado, para ellas, era obvio que valían, ocultaba algo, sin embargo, pensaban que por alguna buena razón lo mantenía oculto. Ninguna de ellas, era rica, ni nobles. Mucho menos tenían una familia que las apoyara. Hana, perdió a sus padres a los tres años, cuando la casa de los nobles a los que sus padres trabajaban se fue a la banca rota. Los padres de Hana, contrajeron una enfermedad y murieron, dejándola sola. Al ser una plebeya, fue vendida a unos esclavistas que la llevaron a las tierras de Ashyar en discuis. Cuando cumplió los diez años, fue vendida a unos nobles como sirvienta, pero la familia no duró mucho antes de caer en banca rota. Tratando de sacar algo de dinero, la vendieron a un prostíbulo. Al ser muy joven para atender a los clientes, la entrenaron, para venderla en una buena cantidad de dinero. Su única esperanza era ser escogida en hywaryun, o debería ser vendida como prostituta al mejor postor. Por otro lado. Saya, creció a las afueras de ameli, con su padre y su madre, sin embargo, debido a una deuda, fueron asesinados como p**o del mismo. Siendo ella la única sobreviviente. Al ser solo una niña, fue a dar a un orfanato donde abusaban y golpeaban a las niñas. Al cumplir los catorce años, el director del orfanato, intento abusar de ella. Logrando escapar, fue a dar a las calles donde conoció a una amable señora que la crío hasta cumplir los dieciocho años. En cuanto a Mery. Nunca conoció a sus padres, su hermano la crío y cuido desde que ella era una bebé. Vivían y comían de lo que su hermano podía conseguir. Su hermano hizo todo por ella, al cumplir los dieciocho, la postularía en hywaryun u otra casa consorte, con el fin, de que al menos ella, tuviera una mejor vida. Las cuatro chicas solo eran un grupo de personas, víctima de la sociedad. Sintiéndose identificadas con ella, solo querían ser sus amigas. —¿Pueden ayudarme?—Pregunto, después de contar su historia. El rostro de decepción se hizo visible en el rostro de las chicas. Estaban contentas de que valían, diera el primer paso y confiara en ellas, pero la historia que contó, era solo el inicio de una gran historia. —¿Puedo contarte una historia?—Pregunto saya, mientras tomaba puesto en los bancos del jardín. Suspiro y contó todo lo que había vivido antes de llegar a hywaryun, Hana y Mery, también contaron su historia.—¡No queremos obligarte, ni presionarte, solo queremos que entiendas que tenemos buenas intenciones contigo!—Las palabras de Hana, fueron concretas. Sus historias eran tristes y melancólicas, pero, sobre todo, eran injustas. Su respiración se sintió cortada. Por segundo de su vida, deseo poder dejar atrás, su pasado y confiar en las personas frente a ella. Sin siquiera percatarse, bajo la guardia, no entendía él ¿Por qué? Pero, sus labios se movieron solos. A excepción de un par de temas omitidos. Soltó toda su verdad, talvez fue su manera de descargar su frustración. Pero, después de tanto tiempo, sus hombros se sentían livianos. Al echar un vistazo a sus nuevas amigas, su sorpresa fue clara, no esperaba que alguien más sintiera o compartiera su dolor, los ojos de las chicas derramaban lágrimas.—¡Has sufrido mucho!—Dijo saya mientras tomaba sus manos fuertemente—¡Lamento no haberte conocido antes!—Respondió Mery, mientras la abrazo dejándola sin aire.— ¡Déjanos estar contigo por ahora!—Fueron las palabras de Hana. Al escuchar sus palabras sus dudas fueron eliminadas, ninguna de las personas presentes contaría, ni revelaría su verdad. Su mente se nubló y una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro. No pudo decir una sola palabra, su silencio fue una manera de contener todo para ella misma, no sabía ¿por qué? Pero, sintió un gran alivio de haber contado todo. Seguido por un fuerte arrepentimiento. Haber contado ciertas partes de su vida, claramente ponía en peligro a sus compañeras. Suspiro profundamente, aun cuando había ocultado lo más importante de su historia, se sintió relajada. Lo único que su mente pudo diferenciar, fue el sentimiento de no querer equivocarse en haber confiado en ellas. Pues, si alguna de ellas la traiciona, no tendría más opción que acabar con sus vidas. CONTINUARÁ...
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